POLICIALES

La madre de Luis Espinoza: "El comisario me juraba que no lo habían detenido, él sabía de la muerte"

El hombre murió por el disparo de un policía de la provincia de Tucumán. "Quiero cadena perpetua para todos", pidió Gladys Herrera.

La situación judicial de los efectivos de la Policía de Tucumán detenidos por el asesinato de Luis Espinoza se complica. La pericia sobre la bala determinó que el disparo partió del arma reglamentaria del agente José Morales y la familia del trabajador rural exige justicia.

Es que las derivaciones de la investigación de la fiscal Mónica García de Targa, que pedirá la prisión preventiva para los nueve efectivos detenidos, no solo se centraría en el accionar durante el operativo en un festival de caballos cuadreros, en la ciudad de Simoca, sino en el posterior plan para ocultar el crimen.

"El comisario me juraba que no lo habían detenido, él sabía de la muerte. Todos los policías son cómplices. Quiero cadena perpetua. Dejó seis hijos y la madre no tiene con qué darles de comer. Pido justicia", expresó Gladys Herrera, la mamá de Luis.

La fiscal intenta reconstruir este tramo de la historia que denuncia Herrera y determinar quiénes participaron del encubrimiento a los responsables. El comisario Rubén Montenegro está en la mira.

Por su parte, Juan, hermano de Luis, aseguró que escuchó el momento del disparo y recordó esos instantes: "Gritaba para que no me peguen".

Además del presunto autor del disparo, por el crimen se encuentran detenidos el subcomisario Rubén Montenegro, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.

Dos de ellos ya habían sido señalados por la muerte de un joven de 20 años en 2018. Se trata de Zelaya y González Rojas, a quienes la propia víctima alcanzó a acusar antes de morir.

Tal como figura en el expediente y según lo que declaró el hermano de la víctima, el 15 de mayo la policía golpeó y arrastró hasta un monte al trabajador rural. Fue tras un operativo realizado durante un festival de caballos cuadreros en el paraje de Melcho, de la ciudad de Simoca.

Desde ese momento, no se supo nada de él durante una semana. El viernes, encontraron su cuerpo baleado en la espalda en la provincia de Catamarca, a 200 metros del límite con Tucumán.

La fiscal a cargo del caso sostiene que asesinaron al hombre en Melcho, después trasladaron el cuerpo hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, lo descartaron en Catamarca. Envuelto en plásticos y atado con cintas, lo tiraron por un barranco.