CIENCIA
La NASA y una misión muy arriesgada sobre el asteroide Bennu
La sonda espacial Osiris-REx, realizará el descenso a la superficie de Bennu para tomar muestras cuyos datos científicos ayudarían a comprender el origen de la vida en la Tierra.
Luego de un viaje de dos años y otros dos de observaciones en órbita, Osiris-REx, una nave de la NASA del tamaño de un minibus, descenderá al asteroide Bennu, situado a 300 millones de kilómetros de la tierra y que para el próximo siglo podría ser un peligro para nuestro planeta. El objetivo de la misión es poder tomar una muestra y traerla para estudiarla.
Desde la Universidad de Arizona, el responsable de la misión explicó que durante el descenso la nave tendrá presente lo que se denomina un “mapa de peligro”, una representación detallada de la superficie para poder identificar rocas grandes que puedan interferir en la finalidad del proceso.
“Pensamos que iba a tener mucho más material de grano fino, pero hay muchas rocas grandes en la superficie. Y eso hace que sea difícil introducir algunas rocas más pequeñas en el muestreador”, sostuvo el ingeniero espacial Mark Fisher.
Bennu, del tamaño del Empire State Building de Nueva York, es una reliquia del sistema solar y puede contener los precursores moleculares de la vida en nuestro planeta. Además, está repleta de rocas, muchas de ellas del tamaño de una casa.
“Bennu fue descubierto en 1999. Tiene más o menos unos 500 metros de diámetro, es un asteroide importante, del tipo apolo, cuyas órbitas son cercanas a la órbita de la tierra. El año en Bennu, o sea lo que tarda en dar una vuelta alrededor del sol, son unos 436 días aproximadamente”, le contó a diario Hoy Diego Bagú, director del Planetario de nuestra ciudad.
En relación al mediano y largo plazo, el astrónomo platense afirmó que los asteroides pueden ser explotados en términos de los minerales y los metales que contienen.
“La importancia del estudio de los asteroides en términos científicos radica en el hecho de que son remanentes de la formación del sistema solar. Cuando uno estudia un asteroide está estudiando la materia primigenia con la que se formó el sistema solar. Son como cápsulas del tiempo en sí mismas”, especificó Bagú.
Seguimiento
En el día de hoy, la agencia espacial transmitirá en vivo la hazaña para observar el descenso de la nave en la superficie del asteroide y poder mostrar la maniobra “Touch-And-Go” o TAG.
La misión se podrá seguir en la web oficial Asteroid Misión y comenzará a las 18.12, hora del Este de Estados Unidos (17.12 hora argentina) con una maniobra de salida de la órbita y luego la llegada al asteroide.
Se espera un descenso lento, cercano a cuatro horas y media para recorrer un kilómetro. El director del proyecto Osiris-REx, Richar Burns, indicó que se debe ser “cautelosamente optimista” sobre la operación.
“Va a intentar una maniobra por primera vez. Se va a acercar muy despacito y va a desplegar una antena con especie de disco en el extremo y ese disco va a tocar el asteroide”, detalló Bagú.
La nave desplegará un brazo de poco más de tres metros y cuando entre en contacto con la superficie expulsará una ráfaga de gas nitrógeno para remover partículas y capturar hasta 2 kilogramos de polvo y rocas.
“Uno de los grandes misterios de la Tierra es el origen de la vida, incluso el origen del agua. Y los asteroides muchos tienen hielo de agua y también se cree que tienen los componentes orgánicos y químicos que dieron origen a la vida en la tierra. Por eso cuando estudiamos los asteroides de alguna manera seguimos indagando muy de cerca sobre el origen de la vida misma en la Tierra, por eso es tan interesante estudiarlos”, concluyó.