atentado contra CFK

La nueva y dudosa pericia en el teléfono de Gerardo Milman

El trabajo estuvo a cargo de Gendarmería, a pesar de la negativa de los abogados de la expresidenta. El informe no incluye los mensaje en los meses del atentado. Los chats borrados.

Gendarmería Nacional hizo un nuevo peritaje del celular que entregó el diputado Gerardo Milman en la causa sobre la autoría intelectual del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner a medida de sus deseos. El informe concluye, en esencia, que en el teléfono no hay nada relacionado con el atentado ni con la frase que un testigo declaró que le escuchó decir en el bar Casablaca ("cuando la maten yo estoy camino a la costa") dos días antes del atentado. Sin embargo, se contradice con una evaluación anterior de los mismos peritos, que habían llamado la atención sobre un mensaje de una excolaboradora de Milman que decía que junto con otras compañeras irían a la televisión "a contar la verdad de cada una" si él no les daba una solución por la interrupción de sus contratos en el Congreso. No profundiza sobre algo elemental: por qué faltan mensajes de un período crucial, que incluye el mes previo al ataque y el posterior (agosto a octubre de 2022), pero afirma que en 2023 se eliminaron 9.384 eventos en forma automática.

El texto elaborado por la División Análisis de Evidencia Digital Forense del Departamento de Proyectos y Estudios Especiales, explica que el análisis de los peritos fue manual, que llevó 140 horas pero no detalla con qué criterios se estudiaron los 650.762 "eventos" que menciona (como mensajes, llamadas, imágenes, geolocalización). Sólo afirma que se buscó preservar la intimidad de Milman. La directiva de la jueza María Eugenia Capuchetti era buscar conversaciones y/o material digital que incluyera alguna mención del intento de matar a CFK, ocurrido el 1 de septiembre de 2022, y la frase escuchada por Jorge Abello, un exasesor en la Cámara de Diputados. Respecto de este último hay un punto muy llamativo en el peritaje: dice que la geolocalización del teléfono del diputado contradice al testigo, aunque la única ubicación que hay del aparato es por la mañana, en el domicilio de Milman en provincia de Buenos Aires, y no hay nada por la tarde que es cuando lo vieron y está filmando en el restaurante.  

Como algunos medios se quedaron con la frase que indica que "no se hallaron evidencias digitales que vinculen la información analizada con los hechos investigados" pero no explicaron más nada, el presidente Javier Milei aprovechó en pleno cierre de campaña bonaerense para chicanear: "Hoy se cayó la opereta kuka a Milman... en el medio le hicieron la vida imposible. Kirchnerismo nunca más". Más allá de sus apreciaciones, está equivocado, porque no es un asunto cerrado.

Problemas de base

Este peritaje se hizo ante un reclamo de la querella de la expresidenta --representada por los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira-- y por la fiscalía de Carlos Rívolo, que consideraron el primer análisis presentado por Gendarmería era insuficiente, acotado e impreciso. Pidieron que se hiciera en forma manual pero, además, que interviniera otro organismo, como la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) del Ministerio Público Fiscal. Es decir, preferían que no fuera una fuerza federal. La Gendarmería, además, es sabido que es la favorita de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, en cuyas oficinas fueron borrados en medio de esta causa los celulares de las dos asesoras que estaban con Milman en el bar Casablanca, y no habría que descartar que el de él también. 

Capuchetti solo accedió a que el trabajo se hiciera en forma manual, les negó a la querella y a la fiscalía acceder al material en crudo para poder hacer su propio análisis, en insistió con la Gendarmería. Esta fuerza, ya hizo su trabajo más que dudoso cuando durante el gobierno de Mauricio Macri y bajo el mando de Bullrich, afirmó --contra el Cuerpo Médico Forense-- que al fiscal Alberto Nisman lo mataron entre dos personas, sin poder fundamentar la mecánica ni cómo su cuerpo había quedado trabando al puerta del baño donde apareció sin vida. También desató la cacería que terminó con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. El abogado designado por Milman, Manuel Barros, defiende gendarmes, incluso en el caso Maldonado.

La discusión por quién debe participar del peritaje del celular de Milman está en la Cámara Federal mientras que Gendarmería ya sacó sus conclusiones. Un problema de raíz es que el teléfono analizado es el que el diputado entregó cuando quiso y como quiso, un año después del atentado. Es un Iphone 14 Pro, modelo que al momento de los hechos no estaba en el mercado. Es decir, Milman tenía otro cuando intentaron matar a Cristina. Pero respecto de eso dio dos versiones al juzgado: primero dijo que se le había perdido en una mudanza; este año, que se lo habían robado como parte de algún extraño episodio en su casa. Todo es muy llamativo tratándose de alguien que fue titular de Inteligencia Criminal en el Ministerio de Seguridad macrista. A alguien que tuvo esa función ¿Se le pierde un celular?

Puntos críticos del informe

* La pericia dice que se registraron 9.384 "eventos eliminados" que describe como “actividades del sistema operativo del dispositivo” que fueron borrados "de manera automática y no por acción manual", pero como si fueran eliminaciones propias de enchufar y desenchufar el dispositivo. Un muestrario de esos mensajes aparece eliminado en una fecha que es significativa en la investigación: eran de la  segunda semana de mayo de 2023. Todo fue justo después de la declaración de una de las excolaboradoras de Milman, Ivana Bohdziewicz, quien testificó que en realidad ella no había ido a borrar su teléfono por iniciativa propia sino que la llevaron a la oficina de Bullrich con ese fin. Pero hay algo más enigmático: en el primer informe se especificaba que no existían "registros visibles" en Whatsapp en la franja que va del 2 de agosto al 4 de octubre de 2022, que es antes y después del atentado. ¿Por qué no se habla de esos otros mensajes que faltan del período de más interés? ¿Cómo desaparecieron? En este caso no se menciona nada al respecto. ¿Algo se podría recuperar? No hay referencias a esto.

* El estudio enumera 5.891 correos electrónicos, 312.674 imágenes, 3.375 audios de voz, 103.836 mensajes de whatsapp, 555 "eventos" en la aplicación Signal, 12.711 en Telegram, 420 en Instagram, 98 en Twitter. Sobre este material se repite la frase "no guardan relación con el objeto de la pericia encomendado en la presente causa".

* En cuanto al punto que se refiere al "geoposicionamiento" del celular, el informe parece querer instalar a que el día de la frase "cuando la maten yo estoy camino a la costa", Milman solo estuvo en Adrogué, en su casa. Gendarmería dice que como no encontró material sobre "conversaciones orientadas" a comprobar aquellos dichos se puso a buscar adónde estaba el teléfono. Entonces el informe dice que hay "eventos de geoposicionamiento" entre las 8.37 a.m y las 12.02 p.m "los cuales no son coincidentes con las coordenadas de geolocalización del restaurante de mención y, por lo tanto, esta información objetiva del dispositvo, dentro de los parámetros enunciados precedentemente, pueden considerarse discordantes con los dichos del testigos". Esto es un absurdo total, porque Milman está filmando en Casablanca en otro horario completamente distinto: a las 15.23. Pero resulta que, dice la pericia, los "metadatos del dispostivo móvil no registraron más información de ubicación/geoposicionamiento". En este punto es notorio que las conclusiones no tienen sentido.

* En el peritaje anterior, se habían señalado una serie de mensajes que podían tener vinculación con la causa. Había uno en particular que despertó la atención de los investigadores y que llevó a que la mujer que se lo envió, Erika Menéndez, quien había  trabajado con Milman en el Congreso, fuera citada a declarar como testigo. El mensaje era del 20 de enero de 2023, casi cinco meses después del atentado, cuando ya se conocía que dos asesoras habían borrado los teléfonos. Lo responsabilizaba por estar "sin laburo, sin un mango, sin ayuda de nadie". Decía: "...por tu culpa jerry! Sabes que va a terminar pasando, que salgamos todas en la tele para decir la verdad de cada una porque nadie nos ayuds, no tenemos nads que perder ya. Rocio también está re caliente porque perdió el laburo y quiere salir en la tale para decir todo, y así estamos todas porque todos se abrieron de gambas!". Le recriminaba haber dejado la policía porteña, donde ella trabajaba, por sus promesas. Cuando fue a declarar, la chica ofreció un relato visiblemente guionado e incongruente, porque dijo que cuando hablaba de "contar la verdad" se refería a salir a decir que ni ella ni sus compañeras "eran gatos"(sic) porque las estaban "difamando". Más allá de la incongruencia de la explicación, el día que declaró, el fiscal Rívolo dijo que quería ver el contexto del mensaje y apareció otro del mismo día muy parecido y claro: "O nos dan una solución o vamos a contar toda la verdad". En el nuevo peritaje no se mencionan ninguno de estos whatsapp que parecen tan inquietantes.