SALUD
La OMS considera que los cuidados dentales fueron los grandes olvidados en la pandemia
Tres de cada cuatro pacientes interrumpieron sus tratamientos. Eso derivó en infecciones desatendidas, pérdida de piezas dentales y complicaciones severas.
Tres de cada cuatro pacientes interrumpieron total o parcialmente los servicios de atención odontológica debido a la pandemia de COVID-19. Antes de esta situación, este sector, que era olvidado con frecuencia por las coberturas sanitarias universales, pasó a ser clave para la atención de la salud en las etapas de salida de la cuarentena, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El COVID-19 afectó a los servicios dentales en una forma de la que no hay precedentes”, afirmó el responsable de Odontología en el Departamento de Enfermedades No Contagiosas de la OMS, Benoit Varenne. El cierre de los consultorios odontológicios derivó en infecciones desatendidas, pérdida de piezas dentales y complicaciones severas.
Entre las razones de la interrupción de esta atención dental, Varenne mencionó que estos servicios se percibieron como de alto riesgo, debido a que en muchas intervenciones o tratamientos el paciente expulsa saliva. El trabajo con ultrasonidos y materiales rotatorios también son un riesgo porque producen aerosoles. El virus, además, entra por la boca, así que los pacientes temieron quedar expuestos a contagios si iban al dentista.
El protocolo es muy estricto en materia de bioseguridad para la atención de los pacientes. “Los materiales que son imprescindibles para la atención ondontológica, aumentan indiscrimindamente", manifestó la Federación Ondontológica de la Provincia de Buenos Aires (FOPBA) en un comunicado.
Hasta antes de la pandemia, los odontólogos trabajaban con ambo -pantalón y chaqueta-, anteojos y barbijo. Con la llegada de la pandemia, suman un camisolín en sus diferentes versiones –lavables, descartables e impermeables- con costos que arrancan en los 800 pesos y pueden llegar a los 2500 pesos, a lo que debe sumarse una mascarilla que antes no se utilizaba.
Varenne recordó que los problemas dentales son la dolencia más frecuente en el mundo (afectan a aproximadamente la mitad de la población mundial, 3,500 millones de personas) y también producen estrés psicológico, en ocasiones aislamiento social, y en los casos más graves, como determinados cánceres bucales, pueden causar la muerte.
Además, afectan en mayor medida a la población más pobre, y sigue existiendo gran desigualdad en el acceso a los servicios sanitarios entre los países de mayor y menor renta, recordó Varenne.
Entre las urgencias para atenderse con un dentista, figuran con frecuencia el dolor, abscesos y traumatismos que son las principales patologías que pueden causar limitación de la actividad normal del paciente o que puedan suponer un riesgo para el estado general de su salud.
Si bien los servicios dentales están reabriendo de a poco en todo el mundo, la nueva normalidad demanda "una adaptación que necesitará tiempo e inversión" y ello en buena medida dependerá del "apoyo que les den los gobiernos", subrayó Varenne.