La pobreza entre trabajadores creció más del 7% en un año y ya son 4.530.000 personas

El 24,5% de los trabajadores ocupados son pobres, de acuerdo con los datos registrados durante el primer trimestre de la Encuesta Permanente de Hogares. Según la misma fuente, hace un año representaban al 17,3% de la población urbana total. Ahora son 4.530.000 personas que trabajan y son pobres, donde el aumento de 7,2% equivale a 1.225.000 nuevos pobres en un año. […]

El 24,5% de los trabajadores ocupados son pobres, de acuerdo con los datos registrados durante el primer trimestre de la Encuesta Permanente de Hogares. Según la misma fuente, hace un año representaban al 17,3% de la población urbana total.

Ahora son 4.530.000 personas que trabajan y son pobres, donde el aumento de 7,2% equivale a 1.225.000 nuevos pobres en un año.

Pero si a estos trabajadores pobres se les agregan los desocupados y sus familias, y los inactivos en igual situación (como adolescentes y jubilados y pensionados), la pobreza urbana total es de casi 14 millones.

De acuerdo con lo que explica una nota publicada en Clarín, la medición de pobreza del INDEC toma en cuenta los ingresos de las personas y familias y los contrasta con el costo de la canasta de alimentos básicos y la básica total, que en un año se encareció entre un 60,9% y 64,2% contra el aumento de salarios y jubilaciones que promediaron el 35%.

“A eso se agrega el deterioro de ingresos de los cuentapropistas informales y monotributistas registrados”, recuerda y agrega que según los datos desagregados “los asalariados pobres aumentaron del 15,3% al 22,4%: son 3.250.000 asalariados pobres que se desglosan entre 1.900.000 asalariados informales y 1.450.000 formales”.

Los niveles de pobreza de los asalariados tienen su raíz en aquellos que perciben ingresos inferiores a $ 33.395, de acuerdo con los datos del Ministerio de Producción y Trabajo. Con los aportes a jubilación y salud, el salario neto se reduce a menos de $ 27.717.

Así, sumando la asignación familiar por hijo, suman un valor inferior a la canasta de pobreza de una familia tipo, que en mayo era de $ 30.337,84. De aquí se desprende que, sin el ingreso del cónyuge, esas familias con empleo formal del jefe de hogar se ubicarían por debajo de la línea de pobreza.

Al deterioro salarial se suma la pérdida de 240.000 empleos registrados en 12 meses a mayo último, según el Ministerio de Producción y Trabajo, lo que elevó la pobreza entre los sin trabajo.