Entrevista

“La política de integración social y urbana implica construir sobre lo construido”

Este multimedio dialogó con Romina Barrios, directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana, sobre el plan de urbanización de barrios populares que lleva adelante el gobierno bonaerense.

El acceso a la tierra y a la vivienda es uno de los desafíos que tiene la ­gestión provincial. Desde el gobierno bonaerense proponen encarar un trabajo integral para urbanizar los barrios populares y mejorar la calidad de vida de los ­vecinos.

En este marco, la directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (Opisu), Romina Barrios, habló con este multimedio sobre el plan que se está abordando desde el área que funciona en la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

—¿Cómo avanza el plan para urbanizar los barrios populares?

—A partir de principios de este año, con el cambio de la estructura orgánica funcional del gobierno, se creó una nueva cartera, que es el Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano, que está integrado por el Instituto de la Vivienda y Opisu. De esta manera también logramos jerarquizar la política de hábitat popular.

El Opisu es un organismo que tenía préstamos elegibles de bancos de fondos internacionales y estaba abocado a la realidad de ocho villas en la provincia de Buenos Aires. Noso­tros, con los fondos de los bancos, fondos ­provinciales y nacionales, estamos trabajando en abordar la realidad de los barrios populares de toda nuestra provincia que, en la última actualización del Registro de Barrios Populares, son 1.933.

En este marco, hay diferentes realidades vinculadas al conurbano, con asentamientos o las llamadas “villas”, pero también existen barrios o asentamientos que son nuevos y que surgieron en su generalidad de tomas.

A partir del desafío que tiene la provincia de Buenos Aires, se llevará adelante una política que pueda abordar las necesidades que tienen esos barrios, pero también debemos tener una política preventiva para que el crecimiento del territorio pueda ser lo más ordenado posible en términos de densidad, de acceso a servicios públicos; y también necesitamos una política que apunte al déficit habitacional.

Esto apuesta a entender que se necesita una política específica para abordar una realidad que es difícil pero, como decimos siempre, es absolutamente posible.

—¿Este trabajo también implica relocalizar las viviendas en otros lugares?

—En cada barrio popular podés tener sectores que no son posibles de urbanizar o reorganizar, pero la política de integración social y urbana implica construir sobre lo construido. Las posibilidades de relocalización están generadas en determinados sectores y muy particulares, por ejemplo viviendas que estén a la vera de un arroyo o, como sucedió en Berazategui, barrios que estén construidos sobre una zona donde pasa un electroducto.

La ampliación de redes de infraestructura de vivienda también implica la coordinación con los ministerios en relación con el stock de equipamientos de salud, o de la provisión de servicios públicos. Por ejemplo, hay grandes obras hidráulicas de saneamiento que atañen a un barrio popular pero que son necesarias para uno, dos o tres distritos. Por eso es tan importante la tarea que estamos realizando, porque el gobierno provincial además está coordinando obras con el Gobierno nacional y en trabajo coordinado con los municipios.

—¿Cómo se trabaja con los municipios teniendo en cuenta que algunos no forman parte del mismo espacio político?

—La primera instrucción que tuvimos del gobernador (Axel Kicillof) es trabajar en las necesidades que tiene nuestra población, y en ese marco siempre hay un respeto a la voluntad popular y a la elección de intendentes, sean de la fuerza que sean.

Es cierto que para estos procesos se necesita mucha voluntad política, pero las intervenciones que nosotros realizamos son en conjunto con intendentes y, en muchos casos, los municipios tienen planes de urbanización, para los cuales necesitan fondos o capacidades técnicas. Dialogamos con todos los intendentes y tenemos programas y obras en diferentes municipios más allá de su color político.

—¿Cuál es la situación en el interior de la ­Provincia?

—Allí se replica una situación en otra escala, que es alrededor de grandes centros urbanos. Lo cierto es que los problemas y los alcances a resolver son de otra característica. Con respecto al movimiento sociodemográfico en la Provincia, vemos que hay una primera y una segunda corona llena en términos de población. En estos barrios se encuentran situaciones de hacinamiento de varias familias en una unidad de vivienda y, a partir de esto, empiezan a correrse hacia la tercera corona y el interior.