Economía
La renta inesperada: un proyecto que beneficia a muchos y molesta a unos pocos
Conversamos con dirigentes sociales y políticos que apoyan la iniciativa, que comenzará a ser debatida la próxima semana en el Congreso y prevé un impuesto para aquellas empresas que se han beneficiado económicamente con el contexto mundial.
El proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo nacional para gravar la renta inesperada de las empresas con ganancias extraordinarias, que prevé el pago adicional de una alícuota del 15% por única vez, ya tiene estado parlamentario y comenzará a debatirse la semana que viene en comisión.
Al igual que lo ocurrido con aquella “contribución especial” de los sectores con mayores ganancias durante la pandemia, cuando se plantea “tocar” los ingresos de los poderosos se abre la polémica. Sin embargo, apenas 350 empresas se verían hoy afectadas por el gravamen.
El proyecto
La iniciativa, de solo tres artículos, propone la modificación excepcional de la ley que regula el impuesto a las Ganancias, sumando una alícuota adicional que se cobrará, por única vez, sobre aquellas actividades que hayan registrado una renta inesperada producto de la suba de los precios en el nuevo contexto internacional.
De acuerdo al proyecto, los sujetos alcanzados por este gravamen deberán abonar una alícuota adicional del 15% por única vez.
Según el texto, quedan alcanzados en la medida en que se verifique, concurrentemente, el cumplimiento de los siguientes requisitos:
– Que la ganancia neta imponible o el resultado contable ajustado por inflación correspondientes al primer ejercicio cerrado a partir del primer día del mes inmediato siguiente al de la entrada en vigencia de este artículo sea, como mínimo, de $1.000 millones.
– Que el resultado contable ajustado por inflación correspondiente al primer ejercicio cerrado a partir del primer día del mes inmediato siguiente al de la entrada en vigencia de este artículo resulte, como mínimo, superior al 10% del total de ingresos de ese período o un porcentaje igual o superior al 20% de aquel que representó en el ejercicio anterior.
Asimismo, en el artículo 2, el proyecto aclara que “las disposiciones de la presente ley comenzarán a regir el día de su publicación en el Boletín Oficial y resultarán de aplicación para el primer ejercicio cerrado entre el primer día del mes inmediato siguiente, inclusive, y el último día del décimo segundo mes inmediato siguiente, inclusive, a aquella fecha”.
Las voces del debate
En diálogo con este multimedio, el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa Ramiro Berdesegar manifestó el acompañamiento al proyecto y en ese marco aseguró: “El martes realizamos una protesta porque el cuestionamiento que hacemos desde la UTEP y las organizaciones sociales que confluimos en este espacio tiene que ver con esto, con los grandes beneficiarios de una situación económica y social; hay un puñadito que se sigue beneficiando y siempre hay alguna situación que los beneficia, como ahora la situación entre Rusia y Ucrania. Hay pequeños grupos que se benefician y son los que producen alimentos, las empresas del petróleo y recursos estratégicos, en un mundo en que el hambre ha vuelto a ser la ley. Miles y miles con una inflación galopante caen por debajo de la línea de pobreza, porque el esfuerzo que hizo el Estado con el IFE, los bonos, los aumentos quedan en saco roto y se van a los formadores de precios y grandes exportadores de cereal, trigo, los terratenientes que con los precios de los commodities se benefician”.
“Así como estuvimos de acuerdo con el impuesto a las grandes fortunas, entendemos que este proyecto es el camino para que millones salgan de la crisis. Estamos de acuerdo y nuestros compañeros van a acompañar y entendemos que es el camino por el cual debemos poder salir de esta situación. Hay que tocar a aquellos grandes grupos que recibieron el beneficio sideral cuando Macri gobernaba y hoy aprovechan la oportunidad para seguir beneficiándose”, sentenció.
En la misma línea, el secretario general de ATE Provincia y de la CTA Autónoma, Oscar de Isasi, dijo a este multimedio: “Somos fervientes impulsores de una reforma tributaria progresiva donde paguen más quienes más tienen y menos los que menos tienen, por eso estuvimos de acuerdo con la contribución extraordinaria a las grandes fortunas, que fue por única vez, y dijimos que sería bueno que se implementara de manera sistemática para tener recursos. Por lo tanto, ¿cómo no vamos a estar de acuerdo con esto? Respaldamos firmemente este impuesto porque son señales que avanzan en que justamente los que más ganan paguen más”.
El presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (Cepba), Guillermo Siro, apuntó: “Siempre planteamos que un impuesto más sería asfixiante, pero sí es verdad que aquellos sectores que hoy tienen una renta inesperada pueden aportar un poco más. Pero hay que entender que si en algún momento pierden porque hay alguna sequía, el Estado también debería contemplarlo”.
Antonio Aracre, CEO de Syngenta, en tanto, expresó que “el impuesto es algo que, por naturaleza, a nadie le gusta pagar porque uno siente que le meten la mano en el bolsillo. Pero, sacando este análisis, es un gravamen, no un impuesto, y es por única vez. Pone una sobretasa del 30 al 45% a algunas empresas (entre 3 y 4% de ellas) que hayan tenido una ganancia como mínimo de 1.000 millones de pesos, es decir, 10 millones de dólares oficiales, pero que además hayan tenido un aumento cualitativo en esa tasa de rentabilidad desde el año pasado a este. Da la sensación de que, a pesar de que sea un monto significativo, no parece inequitativo”.