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Lo que comemos se relaciona con nuestra salud mental, según una psiquiatra de Harvard

Cada vez más investigaciones revelan el impacto significativo que la dieta tiene en el cerebro y las emociones.

Ya no se trata solo de la salud física; lo que comemos afecta profundamente nuestro estado de ánimo, niveles de energía, y la capacidad cognitiva. Un campo emergente, conocido como psiquiatría nutricional, comenzó a estudiar cómo los nutrientes pueden influir en trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el deterioro cognitivo.

Uma Naidoo, psiquiatra y especialista en nutrición, es conocida por su enfoque único que vincula la comida con la salud mental y cerebral. En su libro This Is Your Brain on Food, explora cómo ciertos alimentos afectan el estado de ánimo, la cognición y enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. Naidoo, profesora en la Facultad de Medicina de Harvard y directora de psiquiatría nutricional en el Hospital General de Massachusetts, destaca la importancia de una dieta saludable para mejorar el bienestar mental y prevenir trastornos neurológicos.

Alimentos y bienestar mental

Uma Naidoo ha trabajado extensamente para establecer la relación entre la alimentación y la salud cerebral. En sus investigaciones, afirma que ciertos alimentos pueden tener un impacto profundo en el estado de ánimo, la memoria y la función cognitiva. Por ejemplo, recomienda el consumo de alimentos ricos en omega-3, como el salmón y las nueces, por su capacidad de reducir la inflamación cerebral, lo que puede mejorar los síntomas de la depresión. “Las grasas saludables son esenciales para la salud del cerebro, ya que contribuyen a la formación de las membranas celulares y a la comunicación entre neuronas”, afirma Naidoo.

En cuanto a la ansiedad, Naidoo sugiere reducir el consumo de azúcares refinados y alimentos ultraprocesados. “Los alimentos procesados pueden alterar el equilibrio de bacterias en el intestino, lo que tiene un impacto directo en la función cerebral debido a la conexión entre el intestino y el cerebro”, menciona. Según sus estudios, el microbioma intestinal juega un papel crucial en la producción de neurotransmisores como la serotonina, lo que refuerza la relación entre la salud intestinal y el estado de ánimo.

Estrategias nutricionales para trastornos específicos

Naidoo se centra en la psiquiatría nutricional, un campo emergente que explora cómo los nutrientes influyen en trastornos mentales específicos. Por ejemplo, para las personas que sufren de depresión, sugiere una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, especialmente aquellos presentes en vegetales de hojas verdes, frutas de colores intensos y cereales integrales. En su opinión, estos alimentos ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cerebro, uno de los factores que contribuyen al desarrollo de la depresión.

En otro de sus trabajos, Naidoo señala que el consumo de alimentos fermentados, como el yogur o el kimchi, es beneficioso para la ansiedad, ya que contienen probióticos que mejoran la flora intestinal y, por ende, el bienestar emocional. Este enfoque es coherente con investigaciones recientes que subrayan el papel del “eje intestino-cerebro”, un canal bidireccional de comunicación entre ambos sistemas.

Impacto del café y el chocolate

Uma Naidoo también aborda el consumo de alimentos populares, como el café y el chocolate, que pueden tener efectos tanto positivos como negativos sobre el cerebro. Según sus estudios, el café, consumido con moderación, puede mejorar el estado de alerta y la concentración debido a su contenido de cafeína. Sin embargo, Naidoo advierte que el exceso de cafeína puede agravar la ansiedad y el insomnio en personas sensibles. En cuanto al chocolate, especialmente el chocolate negro, menciona que contiene flavonoides y magnesio, que pueden mejorar la circulación cerebral y reducir los síntomas de depresión y ansiedad. “El chocolate oscuro, cuando se consume en pequeñas cantidades, tiene beneficios neuroprotectores”, sostiene Naidoo.

Prevención del deterioro cognitivo

Además de enfocarse en trastornos emocionales, Naidoo estudia cómo ciertos alimentos pueden proteger el cerebro del deterioro cognitivo. Recomienda alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas B, como las bayas y el aguacate, que ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. “Comer para el cerebro no se trata solo de prevenir trastornos del estado de ánimo, sino también de promover una mejor cognición y memoria a largo plazo”, menciona en su libro. Sugiere que una dieta basada en plantas, rica en frutas, verduras y proteínas magras, es fundamental para mantener el cerebro en óptimas condiciones.