Martín Guzmán y un grupo de bonistas tensan la cuerda a cuatro días del cierre del canje de deuda

Un grupo de grandes fondos de inversión recomendó públicamente a los bonistas que rechacen la oferta de reestructuración de deuda del Gobierno, a cuatro días de que finalice el plazo de negociación. El Ministerio de Economía les reclamó que “presenten una propuesta” propia. Tres grupos de acreedores, que poseen principalmente bonos emitidos durante los canjes de 2005 y 2010, realizaron este […]

Un grupo de grandes fondos de inversión recomendó públicamente a los bonistas que rechacen la oferta de reestructuración de deuda del Gobierno, a cuatro días de que finalice el plazo de negociación. El Ministerio de Economía les reclamó que “presenten una propuesta” propia.

Tres grupos de acreedores, que poseen principalmente bonos emitidos durante los canjes de 2005 y 2010, realizaron este lunes una conferencia pública para pedir a los tenedores de títulos argentinos que no acepten la oferta de pago que presentó Martín Guzmán a mediados de abril.

“Cada uno de los tres grupos de tenedores de bonos y las instituciones que representan desean reiterar y dejar en claro que no pueden respaldar la oferta recientemente anunciada por la República, y no entregarán sus bonos en dicha oferta, porque, entre otras razones, los términos requieren que los tenedores de bonos argentinos sufran pérdidas desproporcionadas que no son justificadas ni necesarias”, explicaron en un comunicado conjunto.

El comité de acreedores, liderados por el abogado Dennis Hranitsky -que representó al fondo buitre NML en los juicios contra la Argentina por el default de 2001- consideró como “inaceptable” el plazo de gracia de 3 años y criticaron que el flujo de pagos a los bonistas es “mínimo” hasta 2028.

Conseguir el aval de este grupo de acreedores es decisivo para el Gobierno. Los tres fondos agrupados poseen U$S4000 millones de bonos emitidos en los canjes de 2005 y 2010, es decir el 15% de los U$S23.000 millones que hay en circulación.

Ese 15% conforma una posición “bloqueadora” de acuerdos en el sistema de mayorías que implica una reestructuración de deuda. Es decir, el Gobierno necesita obligatoriamente contar con el respaldo del 85% como mínimo de los tenedores de esos títulos para poder avanzar en el canje.

Minutos después de la conferencia pública, el Palacio de Hacienda salió a contestar. “El Gobierno de Argentina ha revisado y está decepcionado con la declaración del día de hoy por parte de tres grupos de acreedores. Mucho puede cambiar en el transcurso de una semana. Tenemos la esperanza de que nuestros acreedores reconozcan que, especialmente a raíz de la crisis del COVID-19, Argentina no puede pagar más”, publicó el ministerio en un comunicado.

“Hemos publicado nuestro análisis de sostenibilidad de la deuda y se encuentra alineado con el del Fondo Monetario Internacional. Si los tenedores de bonos tienen un enfoque diferente que se adecúe a esas limitaciones, deberían presentar una propuesta específica. El Gobierno argentino permanece dispuesto a escuchar y tratar de encontrar un denominador común. Pero cualquier propuesta debe pasar primero la prueba del sentido común”, concluyeron.

El 8 de mayo finaliza la vigencia de la oferta de pago que el Gobierno hizo pública a mediados de abril. Una vez terminado ese plazo, deberá decidir si lo extiende. Si el 22 de mayo no paga los U$S500 millones de intereses que vencieron el 22 de abril, el país caerá en default.