Más mujeres en altos cargos de la Curia, pero también quejas por condiciones laborales de religiosas

El papa Francisco impulsó desde su arribo en 2013 la participación femenina en altos cargos de la Curia romana, con mujeres de Argentina, Brasil, Italia y Eslovenia que lo acompañan en puestos de responsabilidad, aunque persisten los reclamos por las condiciones laborales que afrontan religiosas como personal doméstico de obispos. El papa Francisco impulsó desde […]

El papa Francisco impulsó desde su arribo en 2013 la participación femenina en altos cargos de la Curia romana, con mujeres de Argentina, Brasil, Italia y Eslovenia que lo acompañan en puestos de responsabilidad, aunque persisten los reclamos por las condiciones laborales que afrontan religiosas como personal doméstico de obispos.

El papa Francisco impulsó desde su arribo en 2013 la participación femenina en altos cargos de la Curia romana, con mujeres de Argentina, Brasil, Italia y Eslovenia que lo acompañan en puestos de responsabilidad, aunque persisten los reclamos por las condiciones laborales que afrontan religiosas como personal doméstico de obispos.

“Es un buen mensaje que quiere dar el papa Francisco”, resaltó Jatta, romana de 57 años, al hacer un balance sobre sus primeros tres años en el cargo, tras una larga carrera a cargo del mantenimiento y restauración de los miles de ejemplares que alberga la Biblioteca Vaticana.

Francisco también designó a la brasileña Cristiane Murray como vicedirectora de la oficina de Prensa del Vaticano a mediados de 2019.

“Mi primer agradecimiento va al Santo Padre, mío y de todos nosotros, sobre todo mujeres, por haberme elegido para este importante cargo”, reconoció el 25 de julio del año pasado al hacerse pública su designación, tras más de 20 años en Radio Vaticana.

A las pocas semanas de asumir, Murray, de 62 años, coordinó la mayoría de las conferencias de prensa que se hicieron durante el Sínodo especial de la Amazonía de octubre y tiene a cargo el nexo de la estructura vaticana con los periodistas acreditados.

Otra de las mujeres que ocupa un alto cargo dentro de la estructura comunicacional vaticana, también nombrada por Bergoglio, es la eslovena Natasha Govekar, de 44 años, que desde el 10 de febrero de 2016 es la directora del departamento teológico-pastoral del Dicasterio de la Comunicación.

Desde un antiguo palacio de Via della Conciliazione 5, a metros de la Plaza San Pedro, Govekar tiene a su cargo supervisar la cohesión de los mensajes de todas las ventanas comunicacionales del Vaticano, entre ellos las cuentas de Twitter e Instagram, desde el punto de vista teológico.

Más allá de las designaciones en puestos de jerarquía, en el denominado Governatorato, que se ocupa de la administración, las mujeres pasaron de 195 a 371 en los últimos ocho años.

Sin embargo, junto a su mayor presencia también son visibles las resistencias a cambiar algunos roles establecidos, como la naturalización de que las religiosas continúen sirviendo como personal doméstico de los obispos y cardenales que viven en propiedades del Vaticano.

Esta problemática fue especialmente puesta de relieve incluso por “Mujer Iglesia Mundo”, revista mensual del Vaticano, que en marzo de 2018 denunció que existen monjas que son tratadas como sirvientas por cardenales y obispos en condiciones de precariedad laboral.

“El trabajo (casi) gratuito de las monjas”, fue el titulo del artículo publicado en el suplemento mensual del periódico vaticano L’Osservatore Romano, que reflejó los contratiempos que persisten dentro del pequeño Estado para modificar el rol dado a esas mujeres.