Análisis tras las PASO
Massa: 374 días de gestión en el Ministerio de Economía y 59 como candidato de Unión por la Patria
Cuando llegó al ministerio de Hacienda, Sergio Massa encontró al dólar paralelo se vendía a $ 314 y la inflación promedio era de 5.1 %. Hoy el dólar roza los $ 700 y la inflación promedio es de 6.5%.
El tigrense ingresó al Palacio de Hacienda el 4 de agosto de 2022 buscando el trampolín que lo sumerja en la Casa Rosada. Doce meses y nueve días después, y menos de dos meses de ser anunciado como el principal candidato de Unión por la Patria, las PASO le dieron un cachetazo al super ministro.
Doce meses y nueve días, 374 días, pasaron desde que Sergio Massa juró como ministro de Economía en un contexto económico delicado con la ambición expresa de llegar al sillón de Rivadavia.
El primer paso lo cumplió porque hasta logró, inclusive, la foto con Cristina Fernández de Kirchner. Allí mostró su ambición y se sintió todo poderoso. Así fueron los doce meses y nueve días del súper ministro que pretendía resolver solo los problemas económicos argentinos.
A un lado se hizo el Presidente Alberto Fernández que quedó como una figura decorativa y salió a mostrarse en distintos lugares del país, incluso fuera del mismo, para no entorpecer la tarea de Massa.
El segundo paso del Ministro era estabilizar la economía que tambaleaba y convivía con turbulencia cotidianas. Con desprolijidades y soberbia logró convencer a propios y ajenos que debía encabezar la fórmula presidencial de su partido. También lo logró.
Y llegó un tercer paso. Demostrar que con los números que presentaba la economía se podía ser competitivo en las urnas de las PASO. Siendo él, el Ministro de Economía que había llevado a la situación extrema que la sociedad convivía a diario. O sea que el precandidato presidencial era la solución a los problemas que él mismo había generado.
Massa desembarcó en el Ministerio de Economía el 4 de agosto de 2022 en medio de una fuerte turbulencia cambiaria que se había desatado tras la salida de Martín Guzmán y a la que Silvina Batakis en 24 días de no logró contener. Hasta las PASO, son 374 días de gestión.
Cuando se confirmó la llegada de Sergio Massa a Economía el dólar blue se vendía a $ 314 luego de haber tocado un pico de $338 en las semanas previa. El dólar informal hoy se ubica en $ 685, todavía por debajo de aquellos valores de pánico de julio de 2022 y de los $ 195 de octubre de 2020, el máximo de la gestión de Alberto Fernández.
Si bien la llegada de Massa a Economía ayudó a despejar los temores de una espiralización de los dólares paralelos, lo cierto es que en 374 días de gestión la tensión cambiaria regresó con escasés de dólares en las arcas del Banco Central. Las catastróficas PASO de ayer generaron una devaluación reconocida que a su pesar aún mantiene el acuerdo no testimonial con el FMI. Que, también recordemos, que se incumplieron todas las metas fijadas en los acuerdos anteriores.
Cuando asumió Massa a principios de agosto de 2022 los depósitos en dólares eran de US$ 14.670 millones mientras que al 31 de julio se situaban en US$ 15.570 millones. El nivel de depósitos, no obstante, tuvo su techo de US$16.510 millones de fines de febrero, menos de la mitad del récord histórico de US$32.492 millones registrado el 9 de agosto de 2019, el último día hábil previo a las PASO de ese año.
Para intentar acumular reservas y disipar las fuertes expectativas de devaluación, en un contexto en el que la fuerte sequía derrumbó las exportaciones del agro y generó pérdidas estimadas en US$ 20.000 millones, Massa diseñó los llamados Programas de Incremento Exportador (PIE), que más que incrementar las exportaciones apenas lograron adelantarlas.
Pero la contracara de estos PIE, más conocidos como dólar soja en las primeras tres ediciones y dólar maíz en la versión actual, fue la gran cantidad de pesos que debió emitir el Banco Central de la República Argentina para saldar la diferencia entre aquellas divisas que compra extremadamente caras y vende extremadamente baratas.
En septiembre y diciembre pasados el BCRA emitió cerca de $ 2 billones y hasta fines de mayo otros $680.000 millones. Actualmente presenta un ritmo de emisión monetaria superior a las últimas sin llegar a los 2 billones de pesos iniciales.
En los últimos 12 meses la asistencia del tesoro nacional asciende a $ 1,93 billones, la emisión endógena para el pago de intereses de Leliq y pases -que desde principios agosto de 2022 a hoy suman $8,25 billones- y las asistencias indirectas a través de la compra de títulos en pesos en el mercado secundario. Por esta última vía, estimaciones privadas marcan que se emitieron $1,9 billones en 2022 y $1 billón adicional desde que empezó el año.
Cuando Sergio Tomás Massa llegó en al Palacio de Hacienda, la inflación mensual de julio había llegado a 7,4% tras el cimbronazo cambiario por la salida de Guzmán pero en los seis meses previos el Índice de Precios al Consumidor promediaba 5,3% mensual.
Ese promedio de 5.3% no fue el techo sino que fue superado en sus 374 días en 10 de los 12 meses de su gestión. Sólo pudo estar debajo, y rozando ese número, en noviembre (4.9 %) y diciembre (5.1 %) lejos del tres por ciento prometido al llegar al ministerio. El promedio de inflación de su gestión es del 6,5% mensual y la inflación interanual saltó al 115,6 %.
Ante la necesidad de aspirar ese excedente de pesos y evitar que presionen aún más a la inflación, el stock de pasivos remunerados del BCRA pasó de niveles de $6,94 billones a fines de julio del año pasado a casi 18 billones de pesos en la actualidad. Así, las Leliq acumularon un incremento de casi 145% en 12 meses, por encima de la inflación acumulada en el período. Los casi de $18 billones equivalen a unos 9,8 puntos del PBI.
La deuda pública también creció. Durante la gestión de Sergio Massa, los anuncios de nueva toma de deuda con organismos internacionales crecieron hasta superar los US$400.000 millones. También creció durante este período la deuda con importadores y luego de pagar al FMI el Gobierno consumió el primer tramo de los US$ 5.000 millones del swap de monedas con China en su totalidad.
Por último, la pobreza se mantiene en niveles apenas por debajo del 40% de la población, el desempleo en torno al 7% y la economía caería al menos 2% este año.