Máximo temor a que el coronavirus ingrese a las cárceles latinoamericanas. Hacinamiento y pésimas condiciones de higiene

“Medievales”. Así calificaron el estado de las cárceles latinoamericanas las organizaciones de derechos humanos, aseverando que las mismas son un infierno por las pésimas condiciones sanitarias en las que viven los presos, situación que se agrava aún más ante la pandemia del coronavirus, que afecta al mundo entero.

Más de 1.6 millones de reclusos están encerrados en los penales de América Latina, donde desde hace ya dos semanas se vive una verdadera pesadilla.  A raíz del avance del Covid-19, muchos internos solicitaron prisiones domiciliarias (que fueron denegadas), a la vez que reclaman por mejores atenciones y mejorar la calidad de la comida y la limpieza.

Argentina (Santa Fé): esta semana murieron cinco presos en dos penales diferentes, a raíz de una serie de motines que incluyó fuego y peleas. En Colombia ocurrió algo similar, con motines simultáneos en 13 unidades que dejaron 25 reclusos fallecidos y 83 heridos, mientras que un millar de internos se escaparon de cárceles del estado brasilero de San Pablo.

En Colombia, tras la matanza, se tomaron medidas y así el Gobierno declaró la emergencia carcelaria, que permite el aislamiento de los internos y otorgarle permisos especiales a aquellos que tengan más de 60 años y no estén condenados por delitos graves. En Brasil (que tiene la tercera mayor población carcelaria del mundo) y en Argentina, las visitas y salidas temporales fueron canceladas, para evitar la propagación del virus. Además, en San Pablo se les impone 14 días de cuarentena a los recién llegados y a quienes presenten síntomas de enfermedad.

La situación en cárceles bonaerenses

La situación en las cárceles bonaerenses (las platenses, entre ellas) no escapa a la realidad y la Asociación Civil de Familiares Detenidos advirtió en un comunicado que “las cárceles son espacios no aptos, donde no se brinda alimentación ni medicación necesaria” a los internos. Aseguran que “la situación es grave, contundente. La visibilidad es vital, de vida o muerte. Hace años están forzados a vivir así”. Indicaron que “estamos sumergidos en una pandemia. Es una situación de emergencia. En este contexto de aislamiento obligatorio, se pone en evidencia una gravísima situación que hasta el momento había quedado invisibilizada: las cárceles bonaerenses fueron sostenidas por las familias de las personas privadas de libertad”.

Por último, detallaron que “hoy hay 50 mil personas presas en la provincia” sin condiciones de alimentación ni higiene. Si el Covid-19 entra en las cárceles, se va a encontrar con 50 mil individuos en situación de gran vulnerabilidad, mal alimentadas, sin atención a la salud y viviendo en pésimas condiciones de higiene, y con niveles de hacinamiento inimaginables“.