Después de la derrota

Milei atacó a Kicillof y puso en duda el Pacto de Mayo

El Presidente se alineó con Espert para alentar una “rebelión fiscal” contra el gobernador bonaerense. Además, se mostró escéptico ante la firma del acuerdo con los gobernadores, luego de no conseguir la aprobación del DNU en la Cámara alta.

El presidente Javier Milei salió a sumarse a los ataques al gobernador Axel Kicillof que inició este sábado temprano su ladero, el diputado José Luis Espert -ex Avanza La Libertad, recientemente de Juntos por el Cambio y ahora flamante integrante de las Fuerzas del Cielo-, que había llamado a una “rebelión fiscal” en territorio bonaerense.

“El aumento de impuestos es una violación a la propiedad. Es expropiatorio. Es una locura, pone al borde de la quiebra al sector agropecuario -acusó el Presidente en declaraciones radiales-. Kicillof tiene que bajar el gasto, no aumentar impuestos. Pasa que él tiene los mismos defectos conceptuales que Martín Guzmán”.

Milei defendió que “el planteo de Espert es válido” y que, según el diputado, “hay un abuso para cobrar impuestos y que después no hay una contrapartida para bienes públicos”. “El punto que hace, es que es confiscatorio, inhibe la producción y no tenés de contrapartida a bienes públicos. Es un robo descarado”, argumentó, evitando señalar que tanto él como Espert buscan reimplantar la cuarta categoría del impuesto a las ganancias.

Pacto de Mayo

Después de la derrota parlamentaria que sufrió primero con la ley ómnibus y luego con el DNU 70/23 en el Senado, el Presidente admitió que “está complicado llegar” a la firma del Pacto de Mayo con los gobernadores.

“Nuestra primera solución es negociar, pero no le tenemos miedo a la confrontación”, amenazó.

Milei también reiteró que “interpretaron mal” la caída de la ley ómnibus, porque lejos de ser una derrota “permitió organizar el espectro ideológico en Argentina” y “mostrar quiénes son los orcos, quiénes están a favor del cambio y quiénes dicen estar a favor del cambio y son lobos disfrazados de ovejas”.

Asimismo, sostuvo que la votación del DNU hizo que “la gente tenga identificado el nombre y la carita” de los senadores que se expresaron en contra.

El jueves, durante y después de la votación, el Presidente usó sus redes sociales para escrachar y fomentar el hostigamiento a los senadores que se opusieron al megadecreto, en especial al presidente del radicalismo, Martín Lousteau.

Este sábado, la CGT se solidarizó con la senadora Edith Terenzi por los ataques que recibió “del espacio identificado con el gobierno nacional, por el simple hecho de oponerse a sus políticas”.

Redes sociales

Milei defendió el tiempo que le dedica a las redes sociales y afirmó que así puede "estar rápido de reflejos y ver dónde están los problemas rápidamente" a la hora de gobernar.

"Algunos periodistas creen arrogantemente que tiene que ser el intermediario con la gente: no entienden esto de tener una comunicación directa con la gente a través de redes sociales", sostuvo el mandatario.

En ese sentido, contó que se informa "siguiendo las redes sociales" y precisó que apela a esas herramientas digitales "en el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena y después a lo largo de toda la noche".

Y continuó: "No necesito que me vengan a contar, lo tengo de primera mano y eso me permite estar rápido de reflejos y ver dónde están los problemas rápidamente".

También se desentendió de las agresiones por parte de sus seguidores hacia integrantes de otros espacios políticos. "Muchos de nuestros seguidores son muy combativos en las redes. Yo no necesito decir nada. Son absolutamente inorgánicos, inmanejables - lanzó-. La mayoría de los políticos no pueden pisar la calle, porque si la gente los reconociera, los descuartizaría vivos".

El cepo y el Fondo Monetario

El Presidente no descartó la posibilidad de pedirle 15 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para salir de la restricción cambiaria. "Puede ser también parte de una negociación que incluya a otros países y fondos comunes del extranjero", dijo.

Sobre la situación económica y el impacto de sus medidas de gobierno, el mandatario manifestó: "Es cierto que el 70 por ciento de los argentinos reconoce que está peor. Lo sabemos, miramos los indicadores y lo entendemos a la perfección”.

Sin embargo, argumentó que “el 70 por ciento de los argentinos está convencido de que este gobierno va a bajar la inflación”.

“Estamos haciendo un ajuste que no se vio nunca, incluso lo dijo el FMI, ajustamos 11 puntos del PBI y aún así mi imagen sube -celebró-. Los argentinos están poniendo el hombro y sabiendo que de esto se sale”.