Moreno: Detuvieron por corrupción de menores a las dueñas de un jardín de infantes

La Policía detuvo a las dueñas del jardín de infantes “Patito Feo”, ubicado en la localidad bonaerense de Trujui, en Moreno. Las mujeres, madre e hija, están acusadas de haber abusado sexualmente de los alumnos. El establecimiento funcionó durante casi 35 años sin estar habilitado hasta que, tras una ola de denuncias, fue clausurado el pasado 5 de agosto. […]

La Policía detuvo a las dueñas del jardín de infantes “Patito Feo”, ubicado en la localidad bonaerense de Trujui, en Moreno. Las mujeres, madre e hija, están acusadas de haber abusado sexualmente de los alumnos.

El establecimiento funcionó durante casi 35 años sin estar habilitado hasta que, tras una ola de denuncias, fue clausurado el pasado 5 de agosto.

De acuerdo con una de las denunciantes, todo comenzó el 7 de junio, cuando, tras notar cambios en el comportamiento de su hijo, le preguntó si alguien le había hecho algo en el jardín.

“Me dijo que sí, que lo agarraban del brazo, que le tiraban del pelo y que le daban la cabeza contra la pared“, afirmó la mujer, que cinco días después radicó una denuncia por maltrato.

Más tarde, al hablar con otras madres acerca de la situación, éstas también comenzaron a preguntarles a sus hijos si habían sido víctimas de violencia. “Entonces cada nene empezó a relatar su historia y todos apuntaban siempre a lo mismo: al maltrato y a los gritos“, relató.

Sin embargo, cuando el caso empezó a trascender, otra mamá se acercó al grupo y compartió una situación diferente a las denunciadas hasta entonces. “Nos comentó que a sus hijos, ya teniendo 8 y 9 años, los hacían jugar al ‘sapo pepe’, un juego que consistía en bajarse los pantalones, intercambiarse la ropa interior, orinarse tocarse“, dijo, y agregó: “Y las ‘docentes’ a veces miraban y otras participaban”.

A raíz de ese testimonio, las madres volvieron a hablar con sus hijos que, con ayuda de tratamiento psicológico, contaron que también habían sido obligados a participar del juego.

A partir de ese momento, se radicó una nueva denuncia por abuso que se unificó con la primera y derivó en una serie de pericias psicológicas a todos los nenes, las cuales fueron prueba suficiente para que la Justicia ordenara la detención de las mujeres.