Continúa internada

Nuevo parte de Cristina Kirchner tras la operación por un cuadro de apendicitis

La dirigente debe permanecer internada con dieta líquida y tratamiento antibiótico endovenoso.

La expresidenta Cristina Kirchner continúa internada este viernes en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires tras haber sido sometida a una intervención quirúrgica por un cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada. Según el último parte médico emitido pasado el mediodía, la titular del Partido Justicialista “presenta íleo posoperatorio”. Además, se informó que “presenta drenaje peritoneal y tratamiento antibiótico endovenoso”.

“Continúa con dieta líquida, sin poder progresar hasta el momento a sólidos“, añadió el comunicado firmado por la directora médica del Sanatorio Otamendi, Marisa Lanfranconi. Y concluye: “Por el momento se mantiene la indicación de internación hasta la recuperación del estado de íleo”.

El ileo posoperatorio es un cese fisiológico y temporal de la motilidad intestinal que ocurre después de una cirugía. No es una obstrucción mecánica, sino una “parálisis” causada por el estrés quirúrgico, la manipulación de los intestinos y la inflamación.

La ex mandataria debió ser trasladada el sábado 20 de diciembre por la noche a la clínica privada porteña para que se le practicara una operación de urgencia luego de que se conociera que padecía de una apendicitis. Horas antes, unos médicos profesionales habían ingresado a su domicilio en el departamento de la calle San José 1111 por un cuadro de dolor abdominal.

El traslado se concretó con el correspondiente permiso judicial, ya que la referente del justicialismo cumple desde mayo una condena impuesta por la Justicia.

CFK travesó otras dos operaciones en el pasado por complicaciones en su estado de salud. La primera ocurrió en enero de 2012, cuando debieron extraerle la glándula tiroidea en el Hospital Austral de la localidad bonaerense de Pilar. Los estudios posteriores a la intervención indicaron que los nódulos eran de tipo benigno.

Un año y medio después, en octubre del 2013, la entonces presidenta de la Nación fue sometida a una cirugía en el Hospital Favaloro debido a un hematoma subdural, lesión descubierta luego de que sufriera un golpe en la cabeza, producto de una caída. Esa operación estuvo a cargo del jefe de Neurocirugía del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro (INCC), Cristian Fuster. Antes, se había realizado una interconsulta con el neurólogo y dirigente radical Facundo Manes, que forma parte del staff médico de esa Fundación.

La operación fue decidida por los médicos de la Favaloro luego de un chequeo. En la residencia presidencial de Olivos había sido monitoreada luego de que sintiera un hormigueo en su brazo izquierdo. Los estudios posteriores detectaron un coágulo entre el cerebro y el cráneo, a raíz de un traumatismo sufrido el 12 de agosto del 2013.

Según consta en el informe socioambiental presentado ante la Justicia por la prisión domiciliaria, Cristina Kirchner mantiene un tratamiento crónico por patologías previas: toma Levotiroxina debido a la tiroidectomía total y una medicación específica para problemas de audición.