Vacuna - Pandemia
OMS: "Es inaceptable que los países ricos pisoteen a los pobres para acceder a la vacuna del covid-19"
La emergencia humanitaria actual pasa por retornar el clima de salud pública global para que el sistema de vida, el sistema social y el sistema económico en general puedan seguir funcionando a plenitud.
Una de las consecuencias más impactantes de la tercera pandemia más devastadora en la historia de la humanidad es la actual profundización de la desigualdad en medio de un sistema de vida completamente alterado, que hace que el mismo sistema capitalista se concentre aún más en los segmentos más poseedores de los recursos a nivel mundial.
Y es que en medio del desajuste económico, social y sanitario que ha originado la pandemia de Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a pronunciarse, no para sugerir nuevas medidas de control mientras se ejecuta la distribución de las vacunas, sino para hacer un llamado a la reflexión sobre una situación que demuestra la distorsión estructural de la logística financiera entorno al plan de inmunización global.
"Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y marginados sean pisoteados por los ricos y poderosos en la estampida por las vacunas. El covid-19 es una crisis global y las soluciones deben ser compartidas con equidad como bienes públicos globales, no como mercancías privadas que aumenten las desigualdades", reclamó en un discurso por vídeo ante la Asamblea General de la ONU el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Esto implica que la urgencia humanitaria por solucionar este período turbulento en la historia pasa por retornar el clima de salud pública global para que el sistema de vida, el sistema social y el sistema económico en general puedan seguir funcionando en el curso normal de la dinámica existencial humana.
El jefe de la OMS ha insistido en que “el impacto de la crisis del coronavirus ha puesto en relieve la necesidad de combatir la desigualdad, tanto entre países como dentro de cada Estado”. Por lo tanto, la responsabilidad radica en los Gobiernos del mundo para respaldar los mecanismos de la OMS y suministrar subsidios que permitan un acceso gratuito a las vacunas en beneficio de los segmentos socioeconómicos más vulnerables de las naciones subdesarrolladas y pobres, tales como, las de América Latina y África, que son las más rezagadas en
sistemas de salud e infraestructura para recibir, almacenar y distribuir la vacuna contra la Covid-19.
En ese sentido, la máxima autoridad sanitaria global pidió a los países con recursos “más financiación para las iniciativas de la OMS que buscan garantizar que las vacunas y tratamientos sean suministrados a todo el mundo, pues esa inversión será también en su propio beneficio”. Entonces, el objetivo pasa por crear un nuevo estado de salud mundial que garantice la recuperación del funcionamiento social y económico de la civilización en esta era del desarrollo posmoderno.