Combustible

Para el mes de mayo la nafta y gasoil podrían aumentar un 8%

Las petroleras en Argentina ajustarán los precios de la nafta y el gasoil ante el incremento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) programado para mayo.

Las petroleras en Argentina ajustarán los precios de la nafta y el gasoil ante el incremento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) programado para mayo, que podría superar el 8% y se aplicaría en dos tramos para moderar el impacto en la inflación.

Las petroleras en Argentina se preparan para un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil a partir del primero de mayo, en respuesta al incremento previsto en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL). Este ajuste, que podría ser de al menos un 8%, afectará a los consumidores y se suma a otros aumentos recientes.

Según fuentes oficiales consultadas, el Gobierno está considerando aplicar el aumento del ICL en dos tramos durante mayo y junio para evitar presiones adicionales sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, la posibilidad de postergar futuros incrementos dependerá de la evolución de la inflación en los próximos meses.

El ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero de 2024, cuando comenzaron a aplicarse cuotas de incremento trimestral en base a la inflación. Estos ajustes, combinados con la devaluación mensual del 2% aplicada por el Banco Central y la tendencia hacia los precios internacionales, han llevado a aumentos acumulativos significativos en los precios de los combustibles.

El aumento del ICL previsto para mayo, correspondiente al cuarto trimestre de 2023, implicaría un incremento del impuesto de monto fijo de $70, elevando el tributo a $202 por litro. Esto se traduciría en un aumento del 7,2% al 8,3% en los precios de la nafta y el gasoil, dependiendo de la región.

Además, se espera que en julio se produzca otra actualización del ICL en función de la inflación del primer trimestre de 2024, lo que podría generar nuevos aumentos en los precios de los combustibles.

Las petroleras, especialmente YPF que concentra la mayor parte del mercado local, podrían aplicar más aumentos para mejorar su rentabilidad y converger hacia los precios internacionales. Sin embargo, se espera que moderen el ritmo de incrementos para evitar un impacto mayor en la inflación, siguiendo las directrices del Gobierno.