El mayor drenaje
Personas y empresas compraron 6.857 millones de dólares
En septiembre, la formación de activos externos marcó récords. La compensación del rojo llegó con las divisas del agro.
En septiembre, la formación de activos externos de personas humanas volvió a ocupar el centro del escenario cambiario. Según el balance del Banco Central, los individuos realizaron compras netas de billetes y divisas por 6.857 millones de dólares, una cifra que representa el mayor drenaje del año.
En contraste, el resultado global del mercado de cambios se mantuvo positivo solo gracias al fuerte ingreso de divisas del complejo agroexportador, que liquidó 7.568 millones de dólares al amparo del decreto 682 que redujo a cero los derechos de exportación para quienes liquidaran en tres días hábiles. Sin ese impulso puntual del agro, el balance habría mostrado un rojo significativo.
El “sector privado no financiero” cerró el mes con un déficit de 5.263 millones de dólares en su cuenta financiera, explicado casi íntegramente por las compras de moneda extranjera de individuos y empresas. Solo las ventas de los exportadores permitieron compensar parcialmente la salida. A su vez, el Banco Central terminó septiembre con ventas por 1.110 millones de dólares en el mercado spot y un aumento de reservas de apenas 387 millones, pese al aporte extraordinario de 1.650 millones de dólares que realizó el Tesoro Nacional tras comprar divisas en el mercado oficial.
El informe del Central destaca que cerca de 1,8 millones de personas compraron dólares billete durante septiembre, mientras que unas 890 mil vendieron. En muchos casos, los fondos quedaron depositados en cuentas locales o se destinaron a consumos con tarjeta en el exterior, aunque una porción relevante correspondió a atesoramiento. La liberalización cambiaria dispuesta desde abril y la eliminación de los topes de compra para individuos impulsaron nuevamente la dolarización de carteras, en un contexto de alta incertidumbre electoral y tensiones sobre el tipo de cambio.
La cuenta corriente del balance cambiario registró un superávit de 5.510 millones de dólares en septiembre, impulsado por el ingreso neto de divisas del comercio de bienes. Sin embargo, la cuenta financiera resultó deficitaria en 5.587 millones, reflejando la persistencia de salidas de capitales privados. Las operaciones del sector financiero también mostraron un rojo de 1.688 millones de dólares, mientras que el Gobierno y el propio Banco Central acumularon un déficit conjunto de 852 millones.
El volumen total operado en el mercado de cambios trepó a 51.674 millones de dólares, más del doble que un año atrás, con un promedio diario de 2.349 millones. El incremento se explicó por la liquidación acelerada del agro tras el decreto 682, que permitió un alivio temporal en la oferta de divisas. Pero la tranquilidad duró poco: con la finalización del incentivo a fines de septiembre y el retorno de la demanda minorista, el Banco Central retomó las ventas en octubre para contener la cotización del tipo de cambio oficial.
Durante las primeras semanas de octubre, la situación no se modificó. El organismo monetario continuó interviniendo con fuertes ventas diarias, que en algunos casos rozaron los 400 millones de dólares, en un intento de sostener el valor del peso. Aun así, las presiones sobre el mercado se intensificaron y, según estimaciones privadas, el Tesoro de los Estados Unidos habría aportado cerca de 2 mil millones de dólares para reforzar la capacidad de intervención.
La dinámica del mercado muestra que, pese a los ingresos temporales del sector exportador, la salida de divisas por parte de individuos y empresas sigue siendo el principal factor de fragilidad externa. En un escenario de reservas limitadas y crecientes expectativas devaluatorias, la fuga de capitales de septiembre refleja un patrón que se mantuvo en octubre y que condiciona la estabilidad cambiaria de los próximos meses.