ENTRE VECINOS Y AUTORIDADES

Piden una mesa de diálogo para abordar la toma de un predio en la Villa 21-24 de Barracas

Más de 100 familias humildes ocuparon lotes en un predio dentro de la villa. El cura De Vedia, de una parroquia del barrio, expresó que "la gente tiene miedo de que haya un desalojo violento".

  El sacerdote Lorenzo "Toto" De Vedia, responsable de la Parroquia de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21-24 de Barracas, insistió este miércoles en su reclamo para la conformación de una "mesa de diálogo" entre representantes de los vecinos que tomaron terrenos en ese barrio y funcionarios de los gobiernos nacional y de CABA para buscar una solución a la falta de viviendas en el distrito porteño.

"Estamos con una tensa calma. La gente está con miedo de que haya un desalojo violento, pero entendemos que el Gobierno nacional no va a desalojar con las fuerzas de seguridad, si no hay antes una mesa de diálogo que busque una salida a este conflicto", dijo De Vedia en declaraciones.

Consultado sobre la situación social en ese populoso barrio porteño, el religioso informó: "El clima social está difícil, la misma pandemia agudizó los problemas que ya había en los barrios, la falta de trabajo, la falta de poder adquisitivo de las familias; muchas de las familias que tomaron las tierras es gente que alquila y ya no puede alquilar una pieza para vivir".

Desde hace 10 días, más de 100 familias humildes -en especial mujeres y niños- ocuparon lotes en un predio dentro de la Villa 21-24 del barrio porteño de Barracas, en reclamo de una solución habitacional.

"Somos todos vecinos de la misma Villa 21-24 que no podemos pagar lo que nos piden para alquilar una casilla.

Estamos peleando por un derecho, un reclamo que lleva décadas: un pedazo de tierra y poder tener una vivienda digna", señaló a la prensa Nahuel Arrieta, uno de los delegados de la toma de tierras.

En el predio -de unos 300 por 400 metros de diámetro- conocido como "Tierra Amarilla", ubicado en uno de los costados de la Villa 21-24 de Barracas, muy cerca del estadio de Huracán, se instalaron las familias con precarias carpas, toldos, lonas y tirantes de madera, donde formaron el nuevo asentamiento en la Ciudad de Buenos Aires (CABA).

A los costados del predio en cuestión -sin agua potable ni baños- se ubicaron varios móviles con efectivos de infantería de la Policía Federal Argentina (PFA).

"Este es un terreno baldío, no se sabe bien de quién es. Solo había barro y basura. No sabemos si estas tierras son de la Ciudad de Buenos Aires o de Nación", explicó Gladys, otras de las voceras de los vecinos que llevan a cabo la toma.

Para el sacerdote De Vedia, "este tipo de hecho, estas acciones sociales y toma de tierras, son la expresión del déficit habitacional que existe desde hace años en la Ciudad de Buenos Aires, en especial y por lo que más conozco que es la Villa 21-24" de Barracas.

"Hay un déficit habitacional muy grande, por ejemplo la gente que vive al costado del Riachuelo no ha conseguido aún un lugar para vivir dignamente, como así también hay gente que vive al costado de las vías del ferrocarril.

La gente no vive ahí porque le gusta sino porque viene de un lugar aún peor. Acá lo que hace falta es un plan integral de urbanización de la Villa 21-24; lamentablemente pasan los años y los dramas quedan", sostuvo el padre Toto.