Pymes y comercios reciben facturas de luz con altos cargos pese a estar cerrados

La cuarentena generó una distorsión en los gastos e ingresos de los argentinos. Pero también situaciones insólitas en la facturación de los servicios. En los últimos días comenzaron a llegar en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires facturas a comercios y empresas que estuvieron cerrados por la cuarentena con elevados consumos de energía […]

La cuarentena generó una distorsión en los gastos e ingresos de los argentinos. Pero también situaciones insólitas en la facturación de los servicios. En los últimos días comenzaron a llegar en la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires facturas a comercios y empresas que estuvieron cerrados por la cuarentena con elevados consumos de energía electrica a pagar. Sucede que Edenor y Edesur enviaron a sus clientes abonos con una “estimación” de consumo que no se corresponde con lo que muestran los medidores. Ambas empresas explicaron que la imposibilidad de relevar el consumo real es porque el personal a cargo de esa tarea no esta exceptuado de la cuarentena en el DNU presidencial.

Por lo tanto, cuando las distribuidoras tomaron conocimiento de esta situación advirtieron al Ente regulador (ENRE) del conflicto en puertas que se avecinaba. Según explicaron desde este organismo, es potestad de Jefatura de Gabinete la designación del personal exceptuado de la cuarentena. Por lo que el ENRE al no poder tomar esa decisión adoptó una medida “paliativa” en la que autoriza a las compañías a facturar tomando como base de medición el mismo periodo del año pasado. Pero a la vez, les exige a las mismas canales de comunicación en los que los clientes puedan impugnar con su reclamo la factura que les haya llegado.

En el caso de comerciantes y Pymes, la dificultad para pagar servicios es generalizada puesto que la mayoría de los rubros permanecen cerrados, sin facturación alguna para afrontar estos pagos. En cambio, para los usuarios residenciales, en general la disposición genera un alivio al bolsillo. Es que las familias que están obligadas por la cuarentena a permanecer en sus hogares, consumen hoy, mas electricidad que cuando están en actividad. Por lo que el consumo de abril del año pasado sin dudas fue menor al que actualmente, por estar las 24 horas encerrados, se encuentran consumiendo. Cuando se levante la cuarentena y los medidores sean relevados, tendrán que abonar la diferencia entre lo ya pagado y lo que verdaderamente deben abonar por su incremento en el consumo.

“La posibilidad de reclamar e impugnar automáticamente una facturación presuntamente errónea aplica para todas las categorías de usuarios”, explicaron a este medio desde el ENRE. “Los usuarios residenciales, los de mediana y alta demanda que tienen potencia contratada pueden reclamar, dado que no se están haciendo las lecturas de consumo, y pueden dejar sin efecto esa factura informando la diferencia que ese cliente observa con lo que refleja su medidor”, explican desde el ente regulador.

Para las distribuidoras, esto es un problema extra. En medio de la cuarentena tuvieron que poner en marcha flotas de personal en modo “homeoffice” para atender solo este tipo de reclamos de manera telefónica y online.

“También estamos enviando newsletters a nuestro usuarios por correo electrónico para que estén informados de esta situación que nos es ajena”, explican desde Edesur. A contramano de lo que sucede en el área metropolitana, otras provincias o ciudades (como el caso de La Plata) han exceptuado con disposiciones municipales que el personal a cargo de la lectura de los medidores, trabaje.