quiebran las fábricas
Quebró una tradicional empresa láctea y despidió a más de 140 trabajadores
El grupo venezolano Maralac administraba la empresa La Suipachense y ARSA, que también se fundió la semana pasada. Quedaron 143 trabajadores y trabajadoras en la calle.
La emblemática empresa láctea La Suipachense quebró, lo que implica el fin de una marca con más de 70 años de historia de presencia en el país. El grupo venelozano Maralac también administraba Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la firma que elaboraba los yogures y postres SanCor y que fue declarada en quiebra la semana pasada.
En este contexto, el secretario General de Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) seccional Chivilcoy, Cristian Fenoglio, lamentó que 143 trabajadores y trabajadoras quedaran sin empleo.
“La empresa está en Suipacha, una localidad pequeña cercana a Chivilcoy. Se conoce Suipacha por La Suipachense. Nos encontramos 84 días en un acampe fuera de la fábrica aguantando y tratando de cuidar la empresa y esta semana cayó la quiebra, que era algo que esperábamos porque era una empresa que estaba concursada y después hubo una deuda post concursal que hizo este grupo”, sostuvo el representante de Altira.
“Hoy estamos también en el acampe acompañando a los compañeros que desde julio que no cobran el salario. La comunidad de Suipacha se está desangrando. Es lo que se ve y lo que nos dicen los habitantes de ese pueblo”, cerró.
El Juzgado Civil y Comercial N°7 de Mercedes dispuso la inhabilitación de la compañía, la clausura del establecimiento, la inhibición general de bienes y la incautación de su documentación contable.
El administrador venezolano, Jorge Luis Borges León, fue inhabilitado para ejercer funciones comerciales por un año y deberá solicitar autorización judicial para salir del país. La medida llegó luego de que la firma incumpliera una intimación judicial para presentar un plan de reactivación.
El cierre de La Suipachense se suma al de ARSA (administrada por el mismo grupo venezolano), que también fabricaba marcas como Shimy, Sancorito, Sublime y Vida, y que dejó a otros 400 empleados sin trabajo.