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Realizaron las dos primeras cirugías de masculinización de tórax en el hospital Posadas

La práctica se le aplicó a dos varones trans de 20 y 23 años. Desde el centro de salud explicaron que, en función de los derechos consagrados en la ley 26.743 de Identidad de Género, este tipo de intervenciones es a demanda.

El hospital Posadas realizó las primeras dos intervenciones quirúrgicas de afirmación de género, que en este caso correspondieron a dos cirugías de masculinización de tórax practicadas a varones trans de 20 y 23 años.

“Se trata de las dos primeras cirugías de readecuación corporal que realizamos con el equipo interdisciplinario de Diversidad Sexual del Hospital Posadas, que hace un abordaje integral de cada caso dándole mucha importancia a la escucha y la empatía”, dijo Julieta Hierro, médica especialista en cirugía plástica y reparadora.

Hierro explicó que, en función de los derechos consagrados en la ley 26.743 de Identidad de Género, este tipo de intervenciones es a demanda, es decir, no requieren ningún tipo de consulta psicológica previa o autorización judicial.

De hecho, el hospital tiene más de una veintena de personas en lista de espera para ser intervenidas, y la más joven tiene 17 años, contó la profesional.

La cirugía de readecuación corporal o de afirmación de género abarca un conjunto de intervenciones que tienen por objetivo hacer coincidir el aspecto y el funcionamiento del cuerpo a la identidad de género autopercibida cuando ésta difiere de la asignada al nacer en función de la genitalidad.

También existen tratamientos no quirúrgicos de adecuación, como la hormonización o los tratamientos foniátricos.

En el caso de la cirugía de masculinización de tórax por mastectomía “se quita la glándula mamaria y se adecua tanto la piel sobrante como el complejo areola/pezón", detalló la médica.

Dependiendo de la técnica quirúrgica aplicada, "será el tipo de cicatriz resultante” y la modalidad recomendada por profesionales varía en función de parámetros como “la forma del tórax, tamaño de las mamas y características de la piel”.

“Según el caso, las cicatrices pueden quedar alrededor del complejo areola/pezón y es abreviada o menos visible, o podemos optar por dejar una cicatriz transversal en el tórax que se ubica donde termina el pectoral”, afirmó Hierro.

Por otro lado “siempre que podamos vamos a intentar conservar la sensibilidad y la posibilidad de estímulo erógeno del complejo areola/pezón”, dado que esto incide en la calidad de vida en general y de la vida sexual en particular.

Hierro compartió que la extirpación de la glándula mamaria por masculinización de tórax es muy parecida a la “mastectomía profiláctica” por cáncer de mama y “la diferencia sustancial es que en el caso de cáncer se quita también el complejo areola/pezón” de manera preventiva.

Por otro lado, la médica apuntó que así como no requieren una instancia previa de abordaje psicológico o judicial, los tratamientos quirúrgicos de reafirmación de género no requieren que la persona esté tomando hormonas masculinas (testosterona) o femeninas (estrógenos y anti-andrógenos) ni deben seguir una secuencia determinada.

“Hay pacientes que optan por no hormonizarse” por los efectos secundarios que producen las hormonas pero “pueden hacerse la cirugía igual” y “también he tenido consultas de personas que me dicen ‘me quiero feminizar la cara’ o ‘quiero masculinizar mi voz’, pero nunca se realizarían una vaginoplastia o faloplastia”; mientras que otres van por todo”, añadió.

La especialista destacó que el equipo del Posadas también está en condiciones de realizar cirugías de feminización de tórax, es decir, de implante mamario, lo que aún no ocurrió por "falta de prótesis en stock”, por lo cual las mujeres trans tienen que comprarlas o gestionarlas en sus obras sociales.