Macri no fue invitado

Santilli ya es ministro, pero con las manos vacías

Un DNU le redujo la cantidad de secretarías a su cargo. Lo debilita a la hora de negociar con los gobernados. No maneja ni siquiera los ATN. Tiene que negociar con Adorni.

Lejos de mermar, las internas y las disputas por lugares y por las “cajas” del Estado siguen al rojo vivo en la Casa Rosada. Este martes Diego Santilli asumió como ministro del Interior con una cartera devaluada y despojada de áreas muy importantes que, según el Boletín Oficial, ahora pasaron a manos de la Jefatura de Gabinete --que conduce en los papeles Manuel Adorni y en las sombras Karina Milei-- y del ministerio de Seguridad que todavía está a cargo de la senadora electa, Patricia Bullrich. Santilli, a pesar del enojo que generó este “ajuste” ministerial, prefirió no decir nada y prometió un encuentro con Adorni para “coordinar” acciones. El punto es que tiene que profundizar las negociaciones con los gobernadores y lo están dejando casi con las manos vacías.

En el DNU 793/25 que salió publicado en el Boletín Oficial, Javier Milei realizó modificaciones en la Ley de Ministerios. Las novedades fueron que la Jefatura de Gabinete --es decir, Karina-- le arrebató al Ministerio del Interior --en el que asumió Santilli-- la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, que en la actualidad conduce Daniel Scioli.

Para muchos de los que conviven en las oficinas de la Casa Rosada se trata de una importante “caja” que contiene organismos como la Comisión Nacional Antidopaje (CNAD), el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y el Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR), además del Fondo Nacional del Turismo. Todos de mucho interés para Karina Milei que, en el pasado, también se encargó de quedarse con áreas vinculadas a ese tema que dependían de la Cancillería, como, por ejemplo, “Marca País”.

Adorni también absorbió su exsecretaría, es decir la de Comunicación y Medios, que antes respondía de manera directa a Presidencia. De ese modo, él seguirá siendo vocero y tendrá también el control de los medios públicos (Agencia de Publicidad del Estado, Contenidos Públicos y Radio y Televisión Argentina). De ese modo, la Presidencia ahora solo tendrá cuatro secretarías: la General que lidera Karina Milei; Legal y Técnica, a cargo de María Ibarzábal; Inteligencia del Estado (SIDE), que preside Sergio Neiffert; y Cultura, a cargo de Leonardo Cifelli, que no tiene rango de ministro.

El decreto 793, además de darle más atribuciones a la Jefatura de Gabinete también le arrebató áreas al Ministerio del Interior para dárselas a Bullrich. En el decreto se anuncia el paso del Registro Nacional de las Personas (Renaper) al Ministerio de Seguridad Nacional y también la Dirección Nacional de Migraciones. Si bien durante los últimos días corrió el rumor de que eso ocurriría con Migraciones, lo del Renaper fue una sorpresa que nadie esperaba. Desde el PRO y el entorno de Santilli se mostraron enfurecidos.

El diputado y jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, por ejemplo, habló del tema luego de la jura del flamante ministro devaluado en el Salón Blanco. Allí cuestionó la decisión del gobierno de quitarle al Ministerio político por excelencia, el Registro Nacional de las Personas. “Ojalá Diego (Santilli) tenga todos los instrumentos que tiene que tener un ministro de Interior”, indicó y agregó: “Hay algunas cosas que me generan duda, por ejemplo, el Renaper. Es parte del uso civil, ¿por qué va al Ministerio de Seguridad? Es una discusión que se dio hace mucho tiempo en la Argentina, y en la democracia volvió. En mi opinión tendría que quedar dentro del Ministerio del Interior“, afirmó.

Las especulaciones del PRO son que su excompañera de partido, Patricia Bullrich, fue la encargada de limar a Santilli de entrada. Eso se sumó, además, a la desconfianza que le tiene Karina y que, por eso, también ella se quedó en la Jefatura de Gabinete (a través de Adorni) con otras áreas sensibles que debían ser para “el Colo”.

Antes de la jura de Santilli, como para festejar por las áreas que le habían arrebatado, Bullrich pasó a visitar a Adorni por su despacho de la Casa Rosada para tener “una reunión de trabajo”, que duró casi una hora y que, según ellos, sirvió para “coordinar los primeros cambios administrativos entre los ministerios”.

Luego de las quejas de los amarillos, desde el oficialismo salieron a decir que en realidad el decreto había salido “con algunos errores”, que supuestamente “van a ser corregidos en las próximas horas”. Es decir, que irían marcha atrás con el traspaso del Renaper.

Tras la jura en el Salón Blanco, que se llenó de dirigentes macristas como el titular del PRO bonaerense, Cristian Ritondo; los presidentes de los bloques en la Legislatura bonaerense Matías Ranzini (Diputados) y Alejandro Rabinovich (Senadores); y los intendentes que responden a ese espacio, Santilli se fue a reunir con Adorni para “reordenar el organigrama”. En declaraciones con la prensa el nuevo ministro expresó: “No me preocupan los cargos, nuestra tarea es resolver y avanzar con las reformas estructurales, para eso tendremos una reunión con Manuel y ahí definiremos”.

No se descarta que en las próximas horas pueda haber más cambios en los ministerios. No solo vinculados al Renaper, sino también a la Jefatura de Gabinete. Es posible que áreas sensibles como la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) o la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), pasen de las manos de Adorni a las de Luis Caputo en el Ministerio de Economía. Todas comisiones que bien podrían caer en manos privadas.

El rol del “Colo”

Luego de la jura, un acto que no llegó a los cinco minutos, Santilli habló con los periodistas. “Estoy muy contento con la designación que ha hecho el Presidente sobre mi persona. Hoy, dando el punta pie inicial, ya habiendo jurado y poniéndome a trabajar”.

El flamante ministro intentó no polemizar ante la evidente reducción de su área de injerencia. “No me preocupan los cargos”, dijo para luego sostener que “nuestra tarea es resolver y avanzar con las reformas estructurales, para eso tendremos una reunión con Manuel (Adorni) y ahí definiremos”, expresó.

Incluso se hizo el distraído cuando le consultaron sobre la deuda que el gobierno de la ciudad le reclama al gobierno nacional y que tiene un fallo a favor de la Corte Suprema. “Somos un equipo y entendemos que hay reclamos cruzados. Hay que trabajar en conjunto. El Gobierno siempre cumple sus compromisos, así lo ha mostrado el Presidente, pero no me adelantaría a anticipar”, deslizó.

En tren de evitar decir la verdad, Santilli llegó a afirmar que no invitó al expresidente Mauricio Macri a la ceremonia de su jura porque se trató de algo “íntimo” y “austero”. “Es un lindo momento, es una invitación chiquita. Quisimos hacer algo austero, cortito. No me parece de buen gusto llamar a una persona de un día para el otro. Hay que hacer las cosas como corresponde”, dijo el “colo” sin ponerse colorado.

El rol de Santilli, opinan en el gobierno, será el de mediar y negociar con los gobernadores para conseguir los votos necesarios en el Congreso y avanzar con el Presupuesto 2026 y con las reformas estructurales que quiere la Casa Rosada. El problema es que esa negociación deberá hacerla casi sin herramientas. Su cartera ya no reparte los Aportes del Tesoro Nacional --como supo hacer ese Ministerio en el pasado-- tampoco la obra pública ni el transporte y ahora, bajo esta gestión, la cartera que supo ser reducida a Secretaría por el propio Milei, también fue despojada de otras áreas importantes.