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Siguen apareciendo ballenas muertas en la Península de Valdés

Ya van 15 ejemplares de ballena Franca Austral encontrados muertos en 10 días en el Golfo Nuevo, en el interior de la Península de Valdés. Aunque siguen investigando, todavía sigue siendo un misterio su muerte. Se espera con ansias el resultado de los análisis de laboratorio

La última información difundida por el Instituto de Conservación de Ballenas, el ICB, dice que "hasta la fecha se han detectado al menos 15 individuos adultos y juveniles muertos" de ballena franca austral (Eubalaena australis) en un lapso de 10 días. También comunican que "el equipo continúa trabajando para contabilizar correctamente los reportes que nos envían ya que hay individuos flotando que requieren confirmación de edad y sexo".

Todavía no existe una explicación científica sobre el motivo de las muertes. Se están aguardando  los análisis de laboratorio que siguen un riguroso protocolo.

La hipótesis principal es que existe en las aguas de los golfos San José y Nuevo, norte y al sur de la península respectivamente, la presencia inusual de toxinas provenientes de la llamada marea roja.

Además, investigadoras del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) analizan muestras de los ejemplares encontrados para determinar si la muerte de las ballenas francas está asociada a una marea roja.

Por su parte, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, de la que depende el Inidep, confirmó que integrantes del Programa de Química Marina y Marea Roja, y de la Delegación Puerto Madryn del organismo, “trabajan en esa ciudad para realizar tareas de procesamiento de muestras de tejidos de ballena franca austral, así como de otros organismos recientemente muertos en la costa de la Península Valdés, con el objeto de evaluar la incidencia de un importante evento detectado de Toxinas Paralizante de Moluscos”.

Este equipo está conformado por las investigadoras del Inidep Nora Montoya, Belén Matera Coy, Macarena Albornoz y Glenda Spanjersberg, que cuentan con la cooperación de Marcela Uhart, codirectora del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral y personal y facilidades de los Institutos Ibiomar y Cesimar del Conicet, en el Centro Nacional Patagónico.

“Las biotoxinas originadas en floraciones algales nocivas (mareas rojas) al haberse detectado una concentración de toxina paralizante de moluscos en mejillones muy alta en la zona, posiblemente originada en una floración algal tóxica masiva de la especie Alexandrium catenella”, dijeron desde el equipo de investigadoras.

El Inidep es el encargado de realizar los estudios por el método HPLC, cromatografía líquida de alto desempeño, lo que permite “identificar y cuantificar las toxinas involucradas, al ser el único laboratorio especializado en esta temática en el país”.