Telefónica se va del país
Telefónica ha anunciado un casi revolucionario cambio organizativo en su estructura como multinacional. La operadora unificará todo su negocio hispanoamericano en una sola filial independiente, con el fin de venderla, sacarla a Bolsa o dar entrada a nuevos socios, y concentrará sus inversiones en sus cuatro mercados principales (España, Brasil, Alemania y Reino Unido). Argumentando […]
Telefónica ha anunciado un casi revolucionario cambio organizativo en su estructura como multinacional.
La operadora unificará todo su negocio hispanoamericano en una sola filial independiente, con el fin de venderla, sacarla a Bolsa o dar entrada a nuevos socios, y concentrará sus inversiones en sus cuatro mercados principales (España, Brasil, Alemania y Reino Unido).
Argumentando inestabilidad geopolítica, regulatoria y cambiaria en países como Venezuela, Perú, Colombia o México han propiciado este giro con el fin de buscar nuevas fórmulas para rentabilizar esas filiales, tras más de 30 años de presencia en la región.
Así lo anunció el presidente de la multinacional de telecomunicaciones española, José María Álvarez-Pallete, en una carta abierta que la empresa hizo oficial.
“La nueva Telefónica” -así se titula la carta- tendrá foco en “mercados donde podemos ser relevantes” y priorizará “España, Brasil, Alemania y Reino Unido”.
En cambio, quiere desprenderse de las filiales que tiene en la Argentina, México, Chile, Perú, Uruguay, Colombia y Ecuador, entre otras. Justificó esta decisión por cuestiones macroeconómicas y regulatorias, mayor competencia, escala insuficiente y la “volatilidad de las divisas”.
“La historia de nuestra compañía no se entiende sin la apuesta desde hace 30 años por Latinoamérica, que ha hecho de Telefónica una compañía mejor. Siempre hemos mostrado un fuerte compromiso con la región, incluso en sus momentos más difíciles. Es, además, una región con la que personalmente tengo una relación especial, en la que he pasado la mayor parte de mi carrera en Telefónica”, escribió Álvarez-Pallete.
“Nuestras operaciones en Hispanoamérica eran hasta hace unos años el motor de crecimiento de la compañía. Sin embargo, las condiciones particulares en estos mercados han impactado en la evolución de nuestros negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos (entorno macro y regulatorio, mayor presión competitiva, una escala insuficiente o la volatilidad de las divisas), a pesar de los enormes esfuerzos de los equipos locales, que siempre han mostrado un fuerte compromiso”, continuó el ejecutivo.
“Esta situación nos ha llevado a adoptar un nuevo modelo para estas operaciones, que pasan a gestionarse como una unidad autónoma con un equipo dedicado. Con este paso, ponemos en marcha la revisión de nuestro portafolio de activos en Hispanoamérica con el doble objetivo de modular nuestra exposición a la región, al tiempo que se crean las condiciones para maximizar su valor, tanto vía crecimiento, como consolidación y posibles operaciones corporativas”, prosiguió.
Telefónica llegó a la Argentina en 1990, cuando el gobierno de Carlos Menem puso en marcha la privatización de Entel y dividió la operación de telefonía en dos: una parte quedó para los españoles y la otra, para el grupo Telecom.
Con los cambios y la expansión del negocio de telecomunicaciones, Telefónica amplió su portafolio de productos y creó Movistar, su marca insignia de telefonía celular, que luego expandió a los servicios de Internet.
En febrero de este año, Telefónica reportó que sus filiales de América del Sur hispánicas (es decir, excluida Brasil), generó en 2019 ventas por 6677 millones de euros. La Argentina fue el mercado más signficiativo, con ventas por 2337 milones de euros.
España, sin embargo, representa el 26% del negocio de la compañía. La siguen Brasil (21%), Alemania (15%) y Gran Bretaña (14%). La suma de las filiales del Cono Sur de habla hispana representaban otro 14%. Las filiales del resto de América (Colombia, México, Venezuela, Ecuador y países de América Central) significaban en 2018 el 8% de la facturación. La multinacional española facturó casi 48.000 millones de euros en todo el mundo en 2018.