REAPERTURA

Tras cuatro meses cerradas, las peluquerias de Ciudad de Buenos Aires abrieron

Lo hicieron bajo un estricto protocolo de higiene y prevención, en medio de la pandemia.

Tras cuatro meses con las puertas cerradas, las peluquerías de la Ciudad de Buenos Aires retomaron la actividad desde este miércoles. 

Con una metodología de trabajo y dinámica completamente nuevas, los peluqueros aspiran a que el retorno a la actividad pueda darles un respiro luego de los meses inactivos y con ingresos prácticamente nulos. "En nuestro caso tuvimos que cerrar uno de los tres locales, pero no despedimos a ningún empleado", contó Leo, dueño de un salón ubicado en Aráoz y Santa Fe.

"Teníamos mucha ansiedad. Hicimos un esfuerzo muy grande para llegar hasta acá. Esto es lo único que sabemos hacer y creemos que vamos a salir adelante", agregó.

Al igual que todas las actividades que se retoman durante la cuarentena, deben hacerlo bajo un protocolo avalado por las autoridades porteñas. El sistema de turnos previos y la imposibilidad de esperar adentro del local son algunos de los puntos fundamentales para garantizar la distancia social.

"Se toma la temperatura al ingresar y todos los clientes realizan una declaración jurada mínima. Dejan la prenda y solo ellos manipulan su abrigo", enumeró el Leo sobre algunas de las medidas implementadas. "Además deben dejar el barbijo que traigan y acá le damos uno nuevo, que es descartable. El personal utiliza barbijos y máscara protectora", detalló.

La desinfección y los cuidados, también forman parte de la normativa diseñada, a la que, de acuerdo a las posibilidades económicas, cada peluquero podrá sumar iniciativas. "Va a ser como un quirófano, el cliente tiene que estar tranquilo", cerró el estilista.

El protocolo

-Atención únicamente con turno previo. Tanto el peluquero como el cliente deben llevar tapaboca. En caso de llevar un abrigo, se deberá guardar con un protector de plástico antes en recepción.

-Cada peluquero atenderá a un cliente por vez y no podrá haber acompañantes.

-El cliente deberá higienizarse las manos antes de empezar y deberá permanecer durante todo el tratamiento con el tapaboca puesto.

-Se deberá garantizar un espacio de 15 metros cuadrados para cada cliente.

-El estilista deberá tener su propio material de trabajo: un kit de herramientas limpias con peines, tijeras, clips, pincel o productos para el pelo.

-Los envases deberán limpiarse y desinfectarse después de cada uso con un cliente. Antes de aplicar un producto con las manos, el estilista deberá lavárselas.

-No se podrán compartir los productos durante el servicio entre peluqueros que estén atendiendo a diferentes clientes.

-El horario de apertura y cierre podrá ser entre las 11 y las 21.

-Podrá ofrecerse agua en botella. En caso de tener dispensador de agua se deberá desinfectar cada 2 horas.

-El salón deberá informar al cliente sobre las formas de prevención, y sumar cartelería visible en el establecimiento, con información actualizada sobre métodos de prevención para el COVID- 19. Además deben mantener señalizados los lugares de espera para garantizar una distancia de 1,5 metros entre trabajador y el cliente y entre clientes. De ser posible, se colocarán mamparas para separar a los clientes y varios cestos para los residuos.