Economía

Un equipo de Massa viajará esta semana para cerrar el acuerdo con el FMI

El viceministro Rubinstein encabezará la tan postergada misión a Washington apra cerrar un nuevo acuerdo. El anuncio del gasoducto fue el antecedente clave.

El viceministro Sergio Rubinstein partirá esta semana a Washington para firmar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y cerrar un periplo que se extendió más de la cuenta.

Las últimas negociaciones giran en torno al monto que anticipará el Fondo para que el ministro Sergio Massa mantenga a raya al tipo cambiario, sostenga el ritmo de la actividad económica y tenga, también, un margen para disponer de una caja chica que le permita seguir jugando con la estrategia de la gestión como campaña electoral.

El acuerdo con el FMI llegaría apenas días después de la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner con la apertura de la última válvula que se encuentra en la ciudad bonaerense de Salliqueló. El discurso de Massa contra el FMI, a quien acusó de intentar frenar la puesta en marcha del GPNK para poder cumplir con las metas establecidas antes de la sequía dejó una doble posibilidad: un acuerdo roto; o el ingreso al final del túnel de las negociaciones, con un entendimiento que permitiera mostrar respuestas positivas a las demandas del kirchnerismo.

Los detalles del viaje y de las últimas negociaciones estarán en la mesa del quinto piso del Palacio de Hacienda en donde se sentará todo el equipo económico. Allí Rubinstein y el jefe de asesores del Mecon, Leonrado Madcur, tendrán órdenes precisas de Massa para lograr la foto más esperada durante el segundo trimestre del año. A nadie se le escapa que el ministro y precandidato presidencial por UxP usufrutuó su paso por el GPNK para sustentar con la obra finalizada en tiempo récord su plan de repago al Fondo con dólares genuinos.

Luego de su viaje a China, en donde Massa logró el apoyo del gobierno de Xi Jinping para tener el respaldo de yuanes ante la falta de dólares, la remodelación del acuerdo para cambiar las metas del repago de la deuda quedó suspendida, pero con negociaciones constantes. “No está trabada, sino que la estamos estirando”, había dejado trascender una fuente que integra el equipo económico.

La carta precedente es el mejoramiento de las condiciones inflacionarias luego de la intervención en el mercado cambiario con las reservas que debían sostener las metas de acumulación pactadas. El contexto, que tuvo el visto bueno del FMI, fue el impacto de la sequía en las cuentas fiscales, con una pérdida en torno a los USD 20.000 millones.

Con el acto de este domingo en Salliqueló, Massa mostrará al Fondo no sólo su deseo de repago de la deuda, sino que también mostrará los recursos que tendrá desde el año próximo, y para eso necesita pasar el 2023.

Uno de los puntos que trabó la negociación fue la exigencia de un mayor ajuste en el país, no sólo en materia fiscal, sino también para exprimir al máximo el cepo a las compras al exterior, para cuidar con mayor celo las reservas del Banco Central. Esa es una condición que Massa no aceptó a inicios del año, y “mucho menos lo hará ahora que es candidato”, señalaron desde el entorno del jefe del Palacio de Hacienda.

El otro punto en discusión es la meta de déficit. Mientras que el equipo económico pretendía estirarla más allá del 2,5% del PBI, el Fondo había pedido reducirla al 1,5%. Según dejaron entrever las fuentes del Palacio de Hacienda, el entendimiento alcanzado sería sostener las metas originales del 1,9%.

El problema que tienen las finanzas argentinas es la caída de la recaudación ante el derrumbe de las exportaciones agropecuarias. La sequía era la carta que Massa tenía en manos para lograr una flexibilización total de las metas del acuerdo, aunque la idea era evitar que se planteara como un nuevo acuerdo para evitarle al Gobierno volver a ponerlo a discusión en el Congreso de la Nación, en medio de la semiparálisis legislativa.

El ingreso de dólares frescos no será el máximo esperado por el Palacio de Hacienda, cuando se imaginaba un ingreso extraordinario en torno a los USD 12.000 millones que resultaban de la suma de los desembolsos que restan de todo el 2023 más otra porción del 2024.

El guiño del Fondo apenas le permitirá tener la plata para pagar los vencimientos de junio y julio, de unos USD 5.100 millones y alrededor de USD 1.500 millones más tener un plafón electoral. Pero una opción que ganó terreno fue un envío de USD 6.500 para lograr los objetivos marcados.