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"Un pacto de silencio": el detrás de escena del faltazo en la audiencia por las acciones de La Nación

El abogado de Esmeralda Mitre, Daniel Llermanos, habló tras la fallida cita judicial de este jueves y aseguró que la ausencia de los accionistas del diario fueron "sincronizadas".

El abogado de Esmeralda Mitre en la causa por las acciones del diario La Nación, Daniel Llermanos, habló después del fracaso de la audiencia de conciliación de este jueves. "Fue un faltazo totalmente sincronizado, perfecto", sostuvo, en diálogo con la 750.

Bartolomé Mitre hijo, el arrepentido de La Nación

Además, confirmó que al compromiso judicial asistió sólo uno de los accionistas, el hermano de Esmeralda Mitre, Bartolomé Mitre (hijo), y reveló: "Cuando salimos, Esmeralda me comentó que su hermano le dijo que efectivamente las firmas de transferencias de acciones que se habían hecho en Nueva York no las había firmado el padre. Es más, le constaba que cuando eso sucedió el padre había estado en Buenos Aires, a 12 mil kilómetros".

Las acciones del diario y la sucesión

Llermanos ratificó la versión periodística que circula respecto de que Esmeralda Mitre era, según los deseos de su padre, la heredera de al menos un cuarto del diario La Nación. "El abogado de Bartolomé Mitre (p) comentó en la primera audiencia de apertura de la sucesión que, mucho tiempo atrás, se habían vendido estas acciones", recapituló.

La relación entre Mitre (p) y sus hijos era extremadamente buena, por lo que para los herederos la noticia fue sorpresiva. "Era imposible que lo vendiera sin comentarlo a los hijos, no es una venta de algo menor, de un auto o un departamentito", sugirió Llermanos con Gustavo Campana.

Los vericuetos en la Justicia

La única prueba de esta supuesta venta de acciones incorporada a la causa fue el libro de accionistas certificado por una empresa auditora internacional con sede en Estados Unidos, Price Waterhouse. "Una cosa extraña: el libro que se firma no es un libro donde las hojas están inmóviles, selladas por una goma o pegamento, sino que era una especie de carpeta con hojas móviles", describió el abogado de Esmeralda Mitre, y explicó que las certificaciones tienen que asegurar que las hojas no puedan cambiarse de lugar.

"Con eso sólo bastó para que la Justicia dictara el sobreseimiento del hecho denunciado, a pesar de que la Inspección General de Justicia (IGJ), que en aquel tiempo conducía el eminente profesor de Derecho Comercial Ricardo Nissen, había dicho que esas ventas eran inexistentes para la Justicia argentina porque nunca se habían presentado ni balances, ni transferencias, ni pagos de impuestos, nada. Cero", recordó Llermanos.

El entramado detrás de la denuncia de Esmeralda Mitre por las acciones de La Nación

La sentencia se repitió "con velocidad de rayo" en todas las instancias venideras. Sin embargo, la chozna del expresidente de la Nación realizó una pericia privada de la supuesta firma de su padre. "La hicimos con una perito calígrafa que hoy es perito de la Corte. La pericia, hecha con fotocopias, demuestra que las firmas ni se parecen. Son totalmente disímiles. Para dar un ejemplo gráfico: la firma de Bartolomé Mitre tenía, de comienzo a fin, un ancho de siete centímetros, estas tenían un centímetro. A partir de ahí citamos a la audiencia", reveló el abogado.

Luego de la pericia, Esmeralda Mitre hizo público que buscaban dejarla afuera de La Nación e inició acciones legales. "Al cuarto o quinto día de la denuncia la quieren internar en un psiquiátrico", subrayó el jurista. Iba a ser internada en una clínica psiquiátrica de Quilmes, pero mientras la retiraban de su domicilio Llermanos demostró que lo que se había certificado era "un disparate". "Fue una operación que yo califiqué en los Tribunales de 'grupo de tareas'", declaró el abogado. 

El pacto de silencio

"Un pacto de silencio". Así calificó Llermanos al faltazo generalizado a la primera audiencia de este jueves. La nueva instancia será el próximo 16 de diciembre, pero no son optimistas: "Pensamos que la mayoría participó de esto y el resto lo está encubriendo. Porque solamente en estos tres años el Marqués se llevó la bonita suma de 12 millones de dólares por dividendos", insistió Llermanos.

Y concluyó: "La cantidad de cosas que han ocurrido han sido muy reveladoras de que aquí se han cometido diversos ilícitos para defraudar a Esmeralda".