Sin contar alquiler
Una familia porteña necesitó en diciembre $152.963 para no ser pobre
El dato fue difundido por la Dirección General de Estadística y Censos capitalina. Además, según el organismo, para no ser categorizado en la indigencia se requirió percibir $83.373,64.
Una familia de cuatro miembros que habita en la Ciudad de Buenos Aires necesitó en diciembre último percibir ingresos de por lo menos $83.373,64 para no ser considerada en situación de indigencia, $152.962,96 para no quedar comprendida en la pobreza y $235.188,19 para ser considerada de clase media, de acuerdo con los datos difundidos en las últimas horas por la Dirección General de Estadística y Censos porteña (DGEYC).
De esa forma, los gastos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marcan el límite de la indigencia, tuvieron el mes pasado un aumento del 5,14%, 1,39 punto porcentual más que el 3,75% de incremento registrado en noviembre, en tanto el acumulado en doce meses llegó al 107,91, superando en 4,30 puntos el 103,61% de la medición previa.
En el caso de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el tope de la pobreza, el incremento mensual fue del 5,61% (contra 4,46% de noviembre) y el interanual del 100,80% (95,63% en el mes anterior), mientras que la Canasta Total (CT), que en diferentes proporciones delimita al sector medio frágil, la clase media y los sectores acomodados, subió 5,71% en el mes (mayor al 4,67% de noviembre) y 99,16% en relación con diciembre de 2021 (95,28% en la medición anterior).
Los montos señalados no incluyen el pago de alquiler de vivienda ni de expensas comunes, por no ser considerados gastos de consumo.
La evolución de las canastas en diciembre reflejó el menor peso relativo de los alimentos respecto de los de otros bienes, servicios y tarifas, que no forman parte de los gastos de indigencia, razón por la que los porcentajes de este último estrato tuvieron un incremento inferior al de los demás.
La situación es inversa en la comparación interanual, si se tiene en cuenta que los aumentos de la CBA son siete puntos porcentuales mayores a los de las canastas que miden la pobreza, y ocho puntos más en el caso de la clase media.