Una invasión de ratas obligó a suspender las clases

Las autoridades de Los Amores, una pequeña población del norte santafesino, se enfrentan a una crisis sin precedentes después de una inundación que trajo consigo una invasión de ratas.

Con hasta 30 roedores muertos por día y una plaga incontrolable, las clases fueron suspendidas ante la preocupación por la seguridad de los estudiantes.

Omar Walker, jefe comunal, expresó su sorpresa ante la situación: «Nunca pensamos que algo así pudiera suceder. Hemos enfrentado inundaciones en el pasado, pero esto es completamente nuevo para nosotros».

A pesar de los esfuerzos por controlar la situación, la presencia de ratas persiste, afectando especialmente al centro y sur de la localidad.

Los vecinos luchan contra la invasión utilizando venenos comerciales y cloro para la limpieza, mientras esperan la llegada de un equipo de zoonosis desde la ciudad de Santa Fe.

La suspensión de clases se ha extendido a la Escuela Primaria 6046, con medidas de precaución incluso en el comedor, que solo entrega «dieta seca».

La situación se agrava por los olores nauseabundos provocados por las deposiciones de las ratas, que pueden encontrarse en diversos lugares, incluidos los teclados de las computadoras. A pesar de no registrarse casos, el Nodo Sanitario de Reconquista envió medicamentos para la leptospirosis, una enfermedad transmitida por roedores.