Es misionera

Una joven argentina está entre los 50 mejores estudiantes del mundo

Victoria Rojas fue seleccionada entre los 50 mejores estudiantes del mundo por la Global Student Prize 2023, organización llamada coloquialmente como "el Premio Nobel para estudiantes".

La chica de sólo 17 años es oriunda de Posadas, Misiones y está nominada entre las 50 mejores estudiantes del mundo por el Global Student Prize 2023 donde el estudiante ganador recibirá USD $100.000 dólares como premio.

Victoria Rojas fue seleccionada entre 3.851 postulaciones de 122 países, entre las 50 mejores estudiantes del mundo por el Global Student Prize 2023. Es la primera mujer argentina en haber quedado finalista al premio que Chegg.org que lanzó en alianza con Fundación Varkey en 2021. En una provincia que brinda un sistema educativo disruptivo, la estudiante participó, entre otras cosas, de la Escuela de Robótica, establecimiento gratuito y público, y del Parlamento Juvenil misionero.

Ante la recepción de la noticia, la misionera contó sus sensaciones. Sus padres, ambos docentes, tuvieron que trabajar intensamente para consolidar su hogar y su familia. “Fue una infancia movida”, recordó Rojas. Años antes, su abuelo había tenido que emigrar desde Paraguay a la Argentina debido a la persecución política de la dictadura de aquel país.

En su casa y en la escuela, Victoria Rojas hizo todo tipo de experimentos y emprendimientos. Como era una niña tímida, su madre decidió llevarla a teatro y eso potenció enormemente su expresividad. Mientras sus padres fomentaban la creatividad, ella emprendía a través del juego en su barrio: al quiosco y al supermercado.

Participó de la Escuela de Robótica.

El futuro se construye en las aulasMisiones es ejemplo en materia de educación. Con distintas propuestas disruptivas como Silicon Misiones, la Escuela Secundaria de Innovación, la Escuela de Robótica, las Aulas Maker y el Polo TIC, la provincia pone en valor la enseñanza y la formación de los misioneros.

El paradigma educativo brinda continuidad en su modelo disruptivo a través de herramientas basadas en la metodología flipped learning (aula invertida). Misiones apuesta a un futuro hacedor con surgimiento en los espacios de formación. “El futuro de nuestras jóvenes generaciones se construye en las aulas”, aseguró el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, quien año a año pone énfasis en la continuidad de un modelo disruptivo.

Su educación

Con tan sólo 9 años, junto a una compañera de clase, inició GuVic cuyo objetivo era crear cuentos para niños y promover la lectura y sus valores. Más tarde participó de la Escuela de Robótica, con un proyecto que mejora la calidad del sueño a través de una almohada con distintas funciones.

Cada vez que un tema llama su atención, la misionera lo explora. Con 12 años, formó parte del equipo de ciencias de Infinito por Descubrir, donde desarrolló un proyecto de investigación llamado El mundo en una Gota. El objeto de estudio eran los ecosistemas de los ríos locales. “Iba a la costanera y a las lagunas y luego me llevaba las muestras para analizar con microscopio. Quería saber todo, incluso llevé la saliva de mi perrito Washington”, rememoró entre risas.

Ella reconoce que su familia la acompañó en sus diferentes etapas, dentro y fuera de la escuela. Sus padres decidieron, por ejemplo, que era mejor que no utilizara celular hasta los 13 años para que pudiese desarrollar su creatividad, su pensamiento crítico y no generase su propio aislamiento. Entonces ella diseñó su teléfono de cartón. “No le dábamos celular, pero sí libros”, dijo Claudia, madre de la joven, quien agregó: “lo importante era que ella desarrolle su creatividad, su manera de hacer el bien con los demás”.

Integró el Parlamento Juvenil

La estudiante reconoce la importancia de sus docentes, quienes siempre le brindaron apoyo: “Los profes que tuve me cambiaron la vida, me dijeron que no me rinda y me acompañaron en los momentos difíciles. Tener la oportunidad de recibir educación es fundamental para construir una sociedad justa”, manifestó.

La joven posadeña dio su primer discurso en el Parlamento Juvenil a los 15 años. Más tarde fue seleccionada para participar del programa Jóvenes Embajadores 2022. La iniciativa promueve el liderazgo centrado en el compromiso cívico. La organización está a cargo de la Embajada de los Estados Unidos, que permite a estudiantes destacados de nivel secundario viajar por tres semanas a distintas ciudades de ese país. 

Actualmente, Rojas cursa quinto año en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen n°0418 con la orientación de Maestro Mayor de Obras. Según señaló, busca la oportunidad de devolver a su comunidad algo de todo lo que ha recibido.

Innovar en la comunidad

A raíz de lo aprendido en el intercambio, creó INNOVATY (innovación + “aty” -equipo en guaraní) bajo el lema ‘Inconformistas innovando en comunidad’. “Para ir más allá de las palabras y pasar a la acción cuando identificamos una problemática”, reza el lema. Se trata de una red de jóvenes que busca impulsar agentes transformadores. Sus metas son disminuir la barrera de la desinformación, con la capacidad de utilizar la sinergia de los contactos. Al mismo tiempo, combina la energía e innovación de los jóvenes.

Al respecto, la estudiante comentó que “hay muchos chicos que quieren mejorar su entorno y no saben bien cómo. Queremos dar a conocer estas oportunidades y acompañarlos en el proceso. Somos doce voluntarios de siete provincias de entre 15 y 18 años, trabajamos en cuatro áreas: bienestar, logística, comunicación y financiamiento”, afirmó.

Desde 2021 participa de diversas instancias del Modelo de Naciones Unidas

Potenciar desde la educación

Ahora se prepara para viajar a Dubái y asistir al programa Change the World Model United Nations del que participarán cientos de estudiantes de todo el mundo para debatir las principales cuestiones de la agenda política internacional. La comunidad educativa se involucró en la causa. Con diversas iniciativas recaudan fondos para que, en octubre, Rojas pueda viajar.

Como si todo esto fuese poco, desde 2021 participa de diversas instancias del Modelo de Naciones Unidas y obtuvo, junto a uno de sus compañeros, el primer puesto provincial y tres menciones de honor.

En esta oportunidad, el premio está dirigido a estudiantes que tengan al menos 16 años y estén inscriptos en una institución académica o en un programa de formación. Reconoce los logros extraordinarios de jóvenes que logren un impacto real en la vida de sus compañeros y en la sociedad en general.

Los otros finalistas de la región

En América Latina resultaron también finalistas Brian Martínez de Uruguay, Elisa Torres de Chile, Georgina Batista de República Dominicana, Maydelith Zuñiga Cabrera de Perú, Santiago Páez de Colombia, Bianca Bearare y Henrique Peixoto Godoi de Brasil, y Fernando Daniel de Lucio Villalobos y Gerardo Murga de México.

Agustín Porres, director regional de Fundación Varkey para Latinoamérica, expresó: “la historia de Victoria podría representar la de muchos jóvenes de Argentina y la región, donde su propio potencial adquiere brillo gracias al apoyo de su familia y el impulso de grandes docentes”. Agrego: “no sólo vemos un desarrollo de talento personal, en su historia vemos claramente que si ellos, los estudiantes, tienen verdaderas oportunidades, ese potencial pasa a ser una oportunidad para toda la comunidad”.

Heather Hatlo Porter, directora de Chegg.org y Jefa de Comunicación, dijo: “¡Felicitaciones! Chegg no sólo celebra sus logros, sino también las infinitas posibilidades que existen cuando las mentes jóvenes están impulsadas por una pasión por el cambio. Los 50 finalistas del Global Student Prize merecen la oportunidad de que se cuenten sus historias y se escuchen sus voces. Sus sueños, sabiduría y espíritu inventivo iluminarán un futuro más esperanzador para todos”.

Es la primera mujer argentina en haber quedado finalista al premio que Chegg.org

Entre los argentinos que llegaron a la final en ediciones pasadas se encuentran: Nicolás Monzón, de Quilmes, que alcanzó a estar entre los 10 finalistas al premio. También Axel Córdoba, de Tucumán; Maximiliano Sánchez, de Salta; y Lisandro Acuña de Ciudad de Buenos Aires. El ganador del 2021 fue el adolescente ucraniano Igor Klymenko, un estudiante de 17 años de Kyiv (Ucrania) que se trasladó a las afueras al comienzo de la invasión rusa para terminar su último año de secundaria. Refugiado en el sótano de su nueva casa, Igor completó sus estudios mientras perfeccionaba un dron detector de minas en el que había trabajado durante ocho años.

Se espera que los diez finalistas del Global Student Prize se anuncien en agosto de este año.