Violencia obstétrica en Tucumán
Una joven perdió a su bebé de 8 meses y tuvo que esperar más de 16 horas por una cesárea
La familia estudia tomar medidas legales
Un caso de violencia obstétrica sucedió este viernes en Tucumán, cuando autoridades del Instituto de Maternidad y Ginecología de la provincia tardaron 16 horas en practicar una cesárea a una joven de 23 años que pidió la intervención tras perder a su bebé de ocho meses.
"En la Maternidad de Tucumán hay una mujer con la bebé de 8 meses de gestación muerta en su vientre desde hace 16 horas. Pide por favor una cesárea para que se la saquen. Pero le dicen que no, le están haciendo goteo para que dilate y llevarla a parto normal", precisó la periodista tucumana, Mariana Romero, a través de un hilo de Twitter.
Según explicó la cronista, la joven de 23 años cursaba su primer embarazo y se presentó en el hospital porque sentía "la panza dura". El viernes a las cuatro de la mañana dejó de sentir movimientos de la bebé y, al realizarle una ecografía, constataron que estaba muerta.
A partir de ese momento, Yamila comenzó a sufrir violencia obstétrica por parte de la Maternidad. Según relató su familia, cuando la joven pidió que se le practicara una césarea, la institución se negó ya que esperaban que pudiera tener un parto normal.
"Desde las 4 de la mañana mi hija se encuentra con la bebé fallecida en su vientre. En este momento está con un goteo y le quieren inducir a un parto normal. La directora del hospital no supo darnos explicaciones", denunció el padre de Yamila desde la puerta de la Maternidad.
Además, advirtió que "su hija tuvo a su bebé sin vida en el vientre por 16 horas" y agregó que "especialistas le dijeron que la mañana del viernes le tendrían que haber realizado una cesárea".
"No hubo respuesta del pedido de mi hija para ver si su bebé estaba con vida. Quiero que venga la directora a dar la cara y que explique qué pasó", enfatizó.
Por su parte, la madre de Yamila acusó a las autoridades de la institución de no permitir su ingreso: "Ayer vine a ver a mi hija y no me dejaron pasar. No me han permitido verla con todo lo que ha pasado".
"Mi hija pidió una cesárea. Mi hija está hinchada con la bebé muerta. Corre riesgo ella y nadie da solución porque estamos en pandemia", precisó, al tiempo que señaló: "acá no te dan información, se patean la pelota y mi hija está con la bebé muerta desde ayer".
El periodista tucumano Álvaro Mejuto realizó una detallada cobertura sobre el caso e informó que el viernes a las 23.32 finalmente le realizaron la operación: "Hace unos minutos acaba de terminar la cesárea de Yamila. Los abuelos van a ingresar para conocer a la bebé fallecida".
Alrededor de la una de la mañana de este sábado, Mejuto reveló que el abogado de la familia se presentó en la Maternidad para pedir toda la documentación correspondiente y así definir las medidas legales que van a tomar.
"Lo último sobre el caso de Yamila: no le quisieron entregar la documentación al abogado y al padre de Yamila. Pero, cuando el letrado se retiró, un médico llamó a Julio y finalmente le dio la historia clínica y otros papeles que mañana serán analizados por el abogado. Yamila se encuentra bien y va a seguir en la Maternidad hasta que reciba el alta médica", concluyó el periodista.
La explicación de la Maternidad
El jefe de sala de partos, Gerardo Murga, mantuvo un diálogo con la prensa, se despegó de la versión de la familia y subrayó que Yamila "estuvo contenida todo el tiempo. Cuando fue el cambio de guardia, se autorizó (la cesárea)".
Asimismo, indicó que "ir a parto natural en vez de practicar una intervención quirúrgica fue una decisión consensuada con ella" y añadió que "el dolor psicológico que sufre la mujer es el mismo con una cesárea que con un parto".
Y concluyó: "En ningún momento hubo riesgo de vida de Yamila. Nunca hubo un motivo médico para elegir parto inducido antes que la cesárea".