Tribunales
Una pericia dejó al descubierto las contradicciones en la "Causa Cuadernos"
En el escrito hay cuatro letras distintas, al menos dos autores, tachaduras y textos borrados. Lo llamativo es que la justicia nunca antes ordenó una pericia oficial.
La pericia caligráfica privada que mandó a hacer la defensa del empresario Armando Loson, imputado en la causa de las fotocopias de los cuadernos, puso en evidencia una serie de contradicciones.
La pericia demuestra, por ejemplo, que la dirección de la empresa de Loson, en la avenida Leandro N. Alem, se escribió de cuatro maneras distintas y es seguro que intervinieron, como mínimo dos personas.
Los peritos también verificaron tachaduras grotescas, uso de líquido corrector, escritura encima del blanqueado y, en especial, que los primeros cuadernos están llenos de cambios, tachaduras y correcciones, mientras que en los últimos cuadernos toda la redacción fluye sin alteración alguna.
Lo más grave es que ni el juez Claudio Bonadio ni las cámaras Federal y de Casación ni el Tribunal Oral ordenaron nunca una pericia sobre los cuadernos, según Página 12.
En la pericia privada que hizo el estudio Latour se advierten alteraciones groseras. Para imputar a Loson se anotó la dirección de la empresa, Alem 855. La pericia demuestra que se usaron cuatro estilos distintos, en que son diferentes las letras y también la forma de escribir los números. Además, en uno de los casos es evidente que se escribió una cosa abajo, luego se aplicó corrector y después se puso arriba la dirección de Alem 855.
También hay un texto en el cual a Loson lo mencionan como Marcelo, pero parece claro que también aplicaron corrector y luego corrigieron a Armando. Pero unos renglones más abajo se volvieron a equivocar. Y los calígrafos concluyen que las correcciones las hizo una persona distinta que la que venía escribiendo el texto.
Todas las observaciones provienen del análisis que hizo el estudio Latour sobre fotocopias de los cuadernos y no sobre los originales de varios cuadernos que mágicamente aparecieron intactos en manos de un periodista del diario La Nación, después que el propio Centeno haya declarado como arrepentido.
“Se inventaron sucesos, fechas, cifras en moneda extranjera absolutamente falsas, se modificaron hechos, nombres y entiendo que todo ello excede la actuación unipersonal de una persona de las cualidades personales e intelectuales de Centeno”, escribieron Loson y Vela. Es decir, que los cuadernos tienen, como mínimo, más de un autor.
Centeno era el chofer del exsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Roberto Baratta. Esta causa se originó durante la presidencia de Mauricio Macri, y se la utilizó para intentar vincular a Cristina Kirchner con una serie de maniobras ilícitas, aunque nunca se logró demostrar nada.