CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

Uno por uno los puntos firmados en la VII Cumbre de la CELAC

Las Jefas y los Jefes de Estado firmaron un documento final con las conclusiones del encuentro que se desarrolló en Buenos Aires.

Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en la Ciudad de Buenos Aires el 24 de enero de 2023, convencidos de la importancia que tiene este mecanismo intergubernamental de integración regional, de concertación, unidad y diálogo político para promover y proyectar a América Latina y el Caribe en el debate de los temas de la agenda global:

1. Afirmamos el compromiso de los miembros de la CELAC para avanzar con determinación en el proceso de integración, promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural de nuestros pueblos, con el propósito de que América Latina y el Caribe tenga plena conciencia de su proyección como una comunidad de naciones soberanas, capaz de profundizar los consensos en temas de interés común y contribuir al bienestar y desarrollo de la región, así como a la acuciante superación de la pobreza y las desigualdades e inequidades existentes;

2. Destacamos la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en la II Cumbre de la CELAC celebrada en La Habana en enero de 2014 que reconoce a la región como una zona de paz y libre de armas nucleares en virtud de lo establecido en el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe y sus Protocolos (Tratado de Tlatelolco), sustentada en la promoción y el respeto a los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, que promueve la solución pacífica de controversias, un sistema internacional basado en relaciones respetuosas de amistad y cooperación, libre de amenazas, agresiones y medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional, en un ambiente de paz, estabilidad y justicia, a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza;

3. Remarcamos nuestro compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional, el Estado de Derecho, el multilateralismo, el respeto a la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, y la defensa de la soberanía, así como la promoción de la justicia y el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales;

4. Recordamos que, en el espíritu de lo señalado en la Declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe de la Riviera Maya de 2010, la democracia es una conquista de la región que no admite interrupciones, de conformidad con el ordenamiento jurídico de los Estados, ni retrocesos, y reiteramos en ese sentido nuestro más firme compromiso con la preservación de los valores democráticos y con la vigencia plena e irrestricta de las instituciones y del Estado de Derecho en la región; el acceso a las funciones públicas y su ejercicio; y el respeto a las facultades constitucionales de los distintos poderes del Estado y el diálogo constructivo entre los mismos; la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes, informadas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; la participación ciudadana, la justicia social y la igualdad, la lucha contra la corrupción, así como el respeto a todos los derechos civiles y políticos reconocidos en los instrumentos internacionales aplicables;

5. Reiteramos nuestro compromiso con el avance en la unidad e integración regional política, económica, social y cultural, y la decisión de continuar trabajando conjuntamente en pos del Desarrollo Sostenible para hacer frente a la crisis sanitaria, social, económica y ambiental ocasionada por la pandemia de COVID-19, el cambio climático, el creciente riesgo de desastres naturales y la degradación de la biodiversidad del planeta, entre otros factores;

RECUPERACIÓN ECONÓMICA POST-PANDÉMICA, SEGURIDAD ALIMENTARIA Y ENERGÉTICA

6. Coincidimos en que los países de América Latina y el Caribe han sido especialmente afectados por la pandemia del COVID-19, que ha agravado los niveles de pobreza, seguridad alimentaria y nutricional, endeudamiento, desigualdad social, informalidad laboral, degradación ambiental, y desigualdad de género, entre

otras problemáticas, por lo que destacamos la importancia de priorizar la recuperación económica sostenible con un enfoque cooperativo, inclusivo, equitativo y solidario;

7. Manifestamos nuestra preocupación porque varios países de América Latina y el Caribe emergieron de la pandemia con mayores niveles de deuda pública y subrayamos la necesidad de que las instituciones financieras regionales e internacionales, como los Bancos Multilaterales de Desarrollo, mejoren las facilidades crediticias a través de mecanismos justos, transparentes, accesibles y sin exclusiones que contribuyan a que los países que así lo soliciten recuperen con celeridad la solvencia y el acceso a los mercados financieros internacionales, incorporando para ello, un enfoque de derechos humanos;

8. Convenimos que el actual contexto internacional de múltiples crisis interrelacionadas afectan particularmente a la región, que sufre el impacto de la interrupción de las cadenas de suministro, la excesiva volatilidad de precios en alimentos, fertilizantes, energía y la inestabilidad financiera, entre otros. Reconocemos que los efectos de esta crisis han puesto de manifiesto las fragilidades de los sistemas agroalimentarios y las desigualdades en nuestras sociedades, han agravado los efectos adversos del cambio climático, la alteración de los mercados de insumos y el aumento de la inflación mundial y conllevan la potencialidad de una recesión global;

9. Resaltamos la importancia de los camélidos, su significativo aporte a la seguridad alimentaria y su contribución para la supervivencia de las poblaciones que habitan en zonas de bajas temperaturas, en condiciones áridas y de sequía, por lo que reafirmamos nuestro compromiso para el éxito de la celebración del Año Internacional de los Camélidos en 2024, de acuerdo a lo previsto por la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas A/RES/72/210 de 20 de diciembre de 2017;

10. Saludamos la “Iniciativa Bridgetown”, propuesta por el Gobierno de Barbados como un plan con el potencial para rediseñar significativamente el sistema financiero global a fin de mejorar la respuesta a las crisis climáticas y a los desafíos particulares de desarrollo, permitiendo así que los países en vías de desarrollo en particular, tengan

el espacio fiscal para trabajar en miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS);

11. Reconocemos la necesidad de que los modelos económicos de los países de la región prioricen el desarrollo productivo con inclusión social y orienten sus recursos disponibles para alcanzar este fin. Señalamos que este objetivo sólo puede materializarse a través de una fuerte cohesión social dentro de los países, lo cual requiere de instancias y mecanismos de diálogo de alto nivel político;

12. Acordamos coordinar, con el apoyo técnico de la CEPAL, la realización de una reunión de Ministros de Economía y Finanzas en el primer semestre de 2023 en una fecha a determinar con el fin de diseñar una agenda común de América Latina y el Caribe que pueda responder a la actual crisis económica mundial;

13. Reconocemos el papel central a nivel mundial de nuestra región en la seguridad alimentaria y nutricional como principal región exportadora neta de alimentos y en la sostenibilidad medioambiental, dados los recursos de bosques, agua, suelos y biodiversidad, y nos comprometemos a trabajar, en conjunto con la comunidad internacional, para fortalecer este rol global;

14. Reiteramos nuestro compromiso para impulsar acciones efectivas tendientes a garantizar la seguridad alimentaria, apoyando el desarrollo agrícola y rural, promoviendo el aumento de la producción sostenible de alimentos y la disponibilidad alimentaria, así como un sistema de comercio internacional de productos agrícolas más justo, transparente, equitativo y previsible. De igual forma, nos comprometemos a impulsar acciones de transición energética para garantizar a nuestros conciudadanos un sector energético sostenible, accesible, asequible, confiable y seguro, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible;

15. Nos congratulamos por los resultados de la Reunión de Ministros y Altas autoridades de Agricultura y destacamos la importancia de actualizar, de acuerdo al nuevo contexto internacional y a los desafíos que enfrenta nuestra región, el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025 (SAN- CELAC) con la asistencia técnica de FAO, IICA, CEPAL, ALADI y otros organismos de cooperación;

16. Saludamos el relanzamiento del Grupo de Trabajo en materia laboral de la CELAC como una instancia de concertación y convergencia basada en el diálogo social amplio tripartito institucionalizado de carácter permanente y de naturaleza abierta;

ESTRATEGIA SANITARIA

17. Subrayamos la importancia de perfeccionar la coordinación de las capacidades nacionales y potenciarlas para enfrentar mejor los desafíos actuales y futuros en materia sanitaria, promoviendo un enfoque solidario y de cooperación. Asimismo, nos comprometemos a continuar la implementación de acciones gubernamentales que sitúen a la persona en el centro de las políticas de salud y resiliencia, asegurando que la prestación de servicios tenga en cuenta las necesidades específicas de los grupos en situación de vulnerabilidad y/o históricamente discriminados, como los pueblos indígenas, afrodescendientes, mujeres, niñez, juventudes, personas mayores y personas con discapacidad, incorporando el reconocimiento del rol que cumplen las personas cuidadoras;

18. Celebramos los resultados de la Reunión Ministerial de Salud de la CELAC impulsada por la Presidencia Pro Tempore Argentina (PPTA) y destacamos la importancia de dar continuidad al Plan de Autosuficiencia Sanitaria de la CELAC, con el objetivo de fortalecer las capacidades de producción y distribución local y regional de vacunas, medicamentos e insumos críticos, a través de la transferencia de tecnología, el apoyo a la innovación, investigación y desarrollo tecnológico;

19. Refrendamos que el Plan de Autosuficiencia Sanitaria de la CELAC permitirá el robustecimiento de los mecanismos de compra conjunta internacional de vacunas y medicamentos esenciales; el uso de los mecanismos de compras públicas de medicamentos para el desarrollo de mercados regionales; la creación de consorcios para el desarrollo y la producción de vacunas; así como el fortalecimiento de mecanismos de convergencia y reconocimiento regulatorio, incluidos los sistemas de atención primaria de salud para el acceso universal y su distribución equitativa de vacunas;

20. Valoramos los aportes de la I y II Reunión de la CELAC para la presentación de la “Estrategia de abordaje de compra de medicamentos de alto costo”; la IV Reunión de

la Red de Expertas/os en Agentes Infecciosos y Enfermedades Emergentes y Reemergentes; el “Informe de capacidades de investigación, desarrollo y producción de vacunas en países de CELAC” y el “Documento de trabajo para el Fortalecimiento de los mecanismos de compra conjunta internacional de vacunas y medicamentos esenciales”;

21. Manifestamos el apoyo de la CELAC a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y expresamos nuestra voluntad de continuar participando activamente en el proceso de redacción de enmiendas específicas al Reglamento Sanitario Internacional (2005), manteniendo el enfoque hacia las necesidades de los países de bajos y medios ingresos, y de negociación de un instrumento internacional sobre prevención, preparación y respuesta frente a pandemias que garantice el acceso universal y equitativo a insumos esenciales como vacunas, medicamentos y pruebas diagnósticas;

ABORDAJE DEL PROBLEMA MUNDIAL DE LAS DROGAS

22. Reafirmamos la necesidad de adoptar políticas eficaces con un enfoque preventivo, integrado, multidisciplinario y equilibrado respecto del Problema Mundial de las Drogas, de acuerdo a las legislaciones nacionales, y bajo el principio de la responsabilidad común y compartida, respetuoso de los derechos humanos, y basado en la evidencia científica, tomando en consideración los efectos en la salud pública y el medio ambiente, la cooperación internacional y la justicia social;

23. Consideramos que en virtud del Principio de Responsabilidad Común y Compartida, resultaría discordante y desproporcional ubicar la responsabilidad en los países latinoamericanos y caribeños. Por ello, los Estados y otros actores que juegan un papel intensivo en las dinámicas asociadas al consumo de sustancias deben emprender mecanismos orientados a la prevención que aseguren un esfuerzo mancomunado y horizontal en el marco de las iniciativas globales multilaterales de abordaje del Problema Mundial de las Drogas;

24. Reiteramos que el abordaje del problema mundial de las drogas requiere de cooperación internacional efectiva, en apego a las legislaciones nacionales, a los instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes de los cuales los miembros

de la CELAC son Estados Parte, y otros instrumentos internacionales relevantes, respetando plenamente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, especialmente el respeto a la soberanía nacional y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados;