MISIONES

Acusan a un hombre de matar a su novia, descuartizarla y trasladar sus restos en el cochecito de su bebé

La víctima tenía 16 años cuando ocurrió el crimen, en 2015. El presunto femicida sostiene que se defendió y pide volver a declarar bajo “el suero de la verdad”. Empezó el juicio en Misiones.

Después de más de siete años y tres suspensiones del proceso oral, en las últimas horas empezó el juicio contra Martín Monzón, el único acusado por el femicidio de quien entonces era su novia, Horacelia Marasca, la adolescente de 16 años que fue asesinada y descuartizada en la provincia de Misiones.

El hombre, que actualmente tiene 39 años, llegó al debate acusado de matar a su pareja, desmembrar su cuerpo y trasladar después los restos en el cochecito del hijo de ambos, un bebé de siete meses, hasta una alcantarilla donde finalmente se deshizo de la evidencia.

En la primera audiencia del juicio Monzón insistió en su inocencia, dijo que la muerte de la adolescente se produjo durante un forcejeo defensivo de su parte y pidió declarar bajo los efectos del “suero de la verdad”.

“Como sabía que desde el principio no me iban a creer, había solicitado a través de mi defensa que se me tome declaración bajo los efectos del suero de la verdad, porque encontraba en eso la única manera de hacer creíble mi relato”, sostuvo el imputado ante el Tribunal Penal Dos de Posadas, según publicó el portal La Voz de Misiones.

Y completó: “No deseo agregar otra cosa, solo que se lea mi declaración ya escrita, sin agregar, ni quitar nada hasta que se me conceda el derecho de declarar bajo el suero de la verdad, porque encuentro esa la única forma de hacer creíble mis palabras. No voy a responder ninguna pregunta”.

El aberrante femicidio de una adolescente de 16 años

El 17 de agosto de 2015 Monzón entró a la comisaría séptima y denunció que no sabía nada de su pareja desde el día anterior. Dijo, apesadumbrado, que los había dejado solos a él y a su bebé de solo siete meses y desapareció.

Pero a pesar de su aparente preocupación, para los investigadores Monzón no tardó en convertirse en el primer sospechoso del hecho, ya que Horacelia lo había denunciado dos veces por violencia de género y antes de desaparecer le había contado a su mamá: “Martín me cagó a palos y me quiso estrangular”.

Con el correr de las horas, una prueba de Luminol permitió encontrar rastros de sangre en la casa de la pareja y terminó de incriminarlo. Tanto fue así, que recién en ese momento Monzón confesó que había asesinado de tres puñaladas a Horacelia y después mutiló su cuerpo en el baño con un cuchillo tipo carnicero, lo colocó en bolsas de consorcio y las descartó en diferentes alcantarillas.

Después, distintos recursos presentados por la defensa del femicida confeso frustraron el inicio del juicio oral y público en 2018, 2019 y 2020.