¿Arreglos entre delincuentes y la alta esfera judicial y política platense?

A mediados de mes, una serie de allanamientos en nuestra ciudad destapó una “caja de Pandora” con más de una sorpresa dentro, que cuando se divulgue va a generar un verdadero vendaval en La Plata.

Los registros domiciliarios trajeron consigo la detención de ocho personas y la incautación de dinero y armas.

Pero lo más importante no fue eso, sino los teléfonos secuestrados de los implicados, que ya están en poder de la Justicia. Dentro de los mismos habría información que involucraría con actos vandálicos y de connivencia con los delincuentes a las altas esferas políticas, judiciales y también de las fuerzas de seguridad.

Este diario accedió a una serie de registros fílmicos y fotográficos que muestra la peligrosa relación entre las partes y que cuando salgan a luz van a generar un terremoto en el que no muchos van a caer bien parados.

Por lo que diario Hoy averiguó e investigó en las últimas semanas, la estrecha relación entre una organización delictiva con actores de diferentes e importantes escenarios políticos, judiciales y policiales se quebró por un asunto sencillo: en palabras de varios voceros, “los delincuentes tenían zonas liberadas en distintos puntos de la región y actuaban con total impunidad, sabiendo que hicieran lo que hicieran no iban a terminar presos. Y, si lo hacían por algo puntual, sus causas no trascenderían, caerían en manos amigas y recuperarían la libertad”.

El portavoz añadió que “el problema fue que esta banda se abusó del poder que consiguió y fue más allá, volviéndose una pesadilla para los platenses y robando a diestra y siniestra”.

Entonces, quienes le otorgaron ese poder (altos integrantes de esferas políticas, judiciales y policiales) quisieron quitárselo. Al principio parecía que todo iba bien, pero después les salió el tiro por la culata.

¿Causa armada?

El pasado 9 de julio, agentes de la fuerza vieron un taxi en actitud sospechosa y fueron tras él, iniciándose una persecución que se extendió hasta Tolosa. Allí, los cinco integrantes del auto descendieron y se perdieron de vista, aunque uno de ellos fue capturado. Al registrar el coche de alquiler, encontraron 500 municiones, lo que motivó a una investigación y a su posterior pedido de allanamiento.

“No sé si el hecho de las municiones fue inventado, pero sí que hicieron todo lo posible para armarles una causa y generar un registro domiciliario. Habría que preguntarse si el mismo fue correcto y si se obtuvieron las pruebas necesarias para
avalarlo”.

Lo cierto es que el allanamiento se llevó adelante el 16 del corriente, y fue “un claro apriete de los funcionarios del poder para con la banda a la que le dieron tanto poder. Con ese allanamiento les dijeron se pasaron de rosca, y quisieron asustarlos”, agregó la fuente, y no pasó por alto un tema clave: quiénes estaban en turno en la fiscalía y en el juzgado de Garantías.

Además, cuestionó si el registro “fue llevado a cabo por los encargados de seguridad correspondientes, ya que hay versiones encontradas al respecto. El operativo fue extraño y pareció armado”.

De los ocho aprehendidos, dos recuperaron la libertad por su minoría de edad y los otros, si bien siguen tras las rejas, están esperando las resoluciones a sus pedidos de eximición de prisión, abogado mediante.

Búmeran

Sin embargo, el búmeran lanzado hacia la dirección de la organización delictiva con la posible causa inventada para allanar, se les volvió en contra a quienes lo arrojaron, ya que en los registros no solo se incautaron $500.000 y armas (entre ellas dos granadas, una de uso militar) sino también ocho celulares.

En varios de ellos hay información comprometedora y los nombres de “varios peces gordos de la política y afines a ella”, anunció el vocero, y fue más allá: “Hay chats, videos y fotos en donde queda registrado la connivencia y el grado de impunidad que manejaban unos y otros, y no solo con gente de la Justicia, sino también con familiares suyos. Cuando esto se destape, va a generar un verdadero desastre”.