Asaltó una panadería en City Bell y después le robó a una jubilada

Amenazando a una empleada y a plena luz del sol, un motochorro llevó a cabo un audaz robo a mano armada en una panadería de la localidad de City Bell. Sin embargo, no conforme con llevarse la recaudación, antes de escaparse también asaltó a una jubilada que pasaba por el lugar en ese momento.

Las cámaras de seguridad del local registraron todo lo que pasaba y en las grabaciones puede verse al caco llegar al negocio, ubicado en Cantilo y 15 A, pasadas las 12:00.

El sujeto dejó su moto afuera e ingresó con el casco puesto, tras lo cual amenazó a la empleada con una pistola y le ordenó que le diera todo el dinero de la caja.

Si bien la trabajadora ofreció resistencia y tuvo un leve forcejeo con el hampón, finalmente la damnificada terminó cediendo ante sus demandas. Abrió entonces el artefacto y después sacó a manotazos los billetes para ponerlos dentro de una bolsa que tenía el ladrón.

Ya con el botín en su poder, el maleante emprendió la fuga, pero para sorpresa de todos y lejos de conformarse con lo que había obtenido, antes de escapar abordó a una mujer mayor que estaba en la vereda y se dirigía hacia la panadería.

Del mismo modo, amedrentándola, le quitó sus pertenencias (billetera y celular), y salió corriendo a buscar su motocicleta. Huyó entonces a toda velocidad a bordo del rodado, perdiéndose por las calles del vecindario, ante la atónita mirada de los transeúntes.

La secuencia quedó registrada por los dispositivos de vigilancia del comercio, sin embargo al momento del cierre de esta edición no se sabía nada del autor del hecho y el mismo permanecía prófugo de la Justicia.

Apuñaló a una comerciante

En la jornada de ayer, la Policía detuvo a un peligroso delincuente que a mediados del 2022 atacó de forma bestial a cuchillazos a una comerciante, durante un feroz asalto en un local de ropa ubicado en Cantilo y diagonal 3, City Bell.

Según se informó, el infractor, que se había dado a la fuga, estaba oculto en un domicilio de 8 y 478, a tan solo 15 cuadras de donde había cometido el ilícito. Los investigadores conjeturaban que el individuo había sido partícipe de varios delitos contra los comercios de la calle Cantilo.

Su modus operandi implicaba romper primero las vidrieras y sustraer los elementos, aunque había delinquido asimismo utilizando un arma blanca.