Asesinato y venganza: estuvo prófugo durante siete años y cayó cuando fue a renovar su DNI

Un hombre que estaba prófugo desde hace siete años acusado de asesinar de un disparo a quemarropa a un vecino en la localidad bonaerense de Bernal cayó en las últimas horas tras cometer un insólito descuido: fue a renovar el DNI.

Se trata de Juan Carlos Cañete, a quien la policía buscaba desde el 26 de junio de 2017 por el crimen de Héctor Sebastián Ibáñez. De acuerdo a la investigación, el agresor acusaba a la víctima de haberle robado a su hermana cuando estaba con su sobrinita y había jurado vengarse.

“¿Te acordás de mí?, te dije que te iba a encontrar”, fueron según los testigos las palabras de Cañete, el día que finalmente se cruzó en la calle con Ibáñez. Y le gritó: “Hasta acá llegaste”. Después, se escuchó una sola detonación y el asesino desapareció.

El disparo, certero, perforó el pulmón izquierdo y desgarró la arteria aorta de Ibáñez, que llegó Hospital de Wilde con múltiples fallos orgánicos y murió poco después de ingresar, pese al esfuerzo de los médicos por estabilizarlo.

Siete años prófugo por un crimen

El conflicto que existía entre Cañete e Ibañez fue la primera certeza que surgió en la causa por Homicidio que llevó adelante el fiscal Martín Conde, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Quilmes. Sin embargo, con la policía pisándole los talones, el sospechoso logró evadir a las autoridades durante siete años.

En base al expediente, Cañete se ocultó varios años en a provincia de Formosa y con el tiempo regresó a Buenos Aires, pero seguían sin una pista firme que permitiera llegar a él.

Finalmente, fue el propio Cañete quien se delató a sí mismo meses atrás cuando fue a renovar su DNI e informó un domicilio sobre la calle Río Negro, en la localidad de La Reja. “Había dado una dirección a dos cuadras de donde residía”, precisó un investigador al diario Clarín.

Cañete fue detenido y trasladado a la comisaría séptima de La Reja. En las próximas horas será indagado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, que prevé una pena en expectativa de prisión perpetua.