Abuso sexual
Avanza la investigación al dueño de una reconocida panadería acusado de abuso
Exempleadas del lugar coincidieron en que el sujeto las manoseaba y las acosaba continuamente. La denuncia fue presentada en abril del 2021.
La investigación al propietario de una reconocida panadería de La Plata, ubicada en la zona de 3 y diagonal 73, continúa avanzando, según le informaron fuentes judiciales a este multimedio, ya que la fiscalía n° 2 citó a declarar a varios testigos.
La denuncia por presunto abuso sexual fue presentada en abril del 2021 por una joven extrabajadora del lugar, en compañía de su abogada, Sofía Caravelos. “Además de la víctima, ya se presentaron cuatro testigos que relataron situaciones de acoso y abuso sexual por parte del dueño del comercio, similares a las que se expresaran en la acusación”, le comentó a este multimedio una fuente judicial.
La misma agregó que las declarantes “son mujeres que trabajaron en esa panadería en distintos años y que en sus relatos dan cuenta de los abusos sexuales que vivieron ellas mismas cuando estaban llevando a cabo las tareas diarias de su trabajo, como limpiar el baño, hacer el reparto, entre otras tareas”.
“Era habitual que él se sentara en un cuadrado a mitad de la escalera donde la cámara no enfocaba y a la pasada te tocaba, me tocaba y nos tocaba a todas. También nos decía cosas, nos acosaba. O cuando nos saludaba lo hacía cerca de la boca o el cuello, había un manoseo excesivo. Nos encerraba en el baño que estábamos limpiando y nos acosaba e intentaba besarnos, meternos la mano en el corpiño, en el pantalón, nos apretaba, no nos dejaba trabajar tranquilas”, puntualizó una de las testigos.
Violencia laboral
Por su parte, la abogada explicó: “Cuando hablamos específicamente de la violencia por razones de género en el ámbito laboral, estamos en presencia de una situación en la que se entrelazan y se potencian los factores de poder que hacen a la desigualdad entre trabajadoras y empleadores: algunos de ellos creen que estamos sometidas a su voluntad, laboral y sexualmente. Esta situación puede exteriorizarse en forma de comentarios desubicados sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra forma de vestir, miradas alevosas y gestos violentos, e incluso configurar abusos sexuales, como es el caso de lo relatado por estas trabajadoras”.
En este sentido, la profesional remarcó: “La precarización laboral y el abuso de poder se entrecruzan con el hecho de que, cuando se trata de mujeres, muchos empleadores creen que tienen el poder sobre sus cuerpos, y algunos llegan incluso a abusar sexualmente de ellas. La impunidad con la que se manejan da cuenta de la naturalización de esta desigualdad”.