Balvanera

Comienza el juicio por el crimen de Marianela Rago

La joven fue sesinada hace 13 años de 23 puñaladas. Francisco Amador, exnovio de la joven fueguina, es juzgado por el crimen cometido en 2010.

El juicio por el crimen de Marianela Rago Zapata, la estudiante de periodismo fueguina que fue degollada y apuñalada en 2010 en su departamento del barrio porteño de Balvanera, comenzará este lunes con el exnovio de la víctima como único imputado.

El debate se desarrollará en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 29, integrado por los jueces Juan María Ramos Padilla, Rodolfo Goerner y Hugo Navarro. Las audiencias se harán cada lunes hasta el 13 de noviembre.

Francisco Amador, de 36 años, llegó a juicio en libertad y acusado de “homicidio simple” -con pena de 8 a 25 años de prisión-, ya que la figura de femicidio que se castiga con prisión perpetua, recién se incorporó al Código Penal en 2012.

El exnovio de la víctima es defendido por el abogado Luis Ricca y se espera que el imputado declare para ratificar sus indagatorias durante la instrucción, en las que se desvinculó del crimen.

La acusación está a cargo del fiscal general Sandro Abraldes, quien formó parte del equipo que, en 2015, logró la prisión perpetua de Jorge Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson. Además, actuó en el juicio en el fue condenado a 4 años de prisión el cirujano plástico Aníbal Lotocki por las lesiones graves sufridas por Silvina Luna, entre otras víctimas.

La familia Rago Zapata estará representada en el juicio por los abogados Esteban Galli y María de la Paz Herrera, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación, a cargo de Pablo Rovatti.

El caso

Marianela tenía 19 años, era oriunda de la ciudad fueguina de Río Grande. Vivía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde estudiaba periodismo en ETER. Su cuerpo fue encontrado el 28 de junio de 2010, cuando su hermano Matías llegó al departamento que Marianela alquilaba en Balvanera. Matías estaba preocupado porque el día anterior Marianela no había asistido a ver con amigos el partido en el que Argentina le ganó al de México por 3 a 1, por los octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010.

Así, encontró a la estudiante muerta en el piso del living. Según la autopsia posterior, murió degollada. Los peritos contaron, además, 23 puñaladas. Los investigadores creen que fue asesinada con una cuchilla que desapareció del cajón de la cocina de la casa.

El femicida también se llevó un juego de llaves, dos celulares, una notebook, un reproductor de MP3, otro de DVD y una cámara de fotos.

Amador, un técnico informático de Tierra del Fuego que también vivía en CABA, se transformó en sospechoso cuando el círculo de la víctima contó una serie de episodios de maltrato.

A raíz de ello, el exnovio de Marianela fue detenido y en su indagatoria reconoció que el 24 de junio había pasado la noche junto a la víctima en el departamento de la calle Tucumán, ya que se seguían frecuentando. Sin embargo, aseguró que la madrugada del 27 había salido con otra chica, coartada que fue ratificada por testigos y que le permitió ser liberado en pocos días.

Entre 2013 y 2018, la jueza de instrucción Karina Zucconi sobreseyó a Amador en cinco oportunidades al creer que no había pruebas para incriminarlo y que en el departamento de la víctima se hallaron rastros del posible asesino -algunos rastros de ADN, una huella en una lata de gaseosa y una pisada-, que fueron cotejados con él y otros sospechosos. En todos los casos el resultado fue negativo.

Finalmente, en 2018, la Sala VI de la Cámara del Crimen procesó a Amador en forma directa en base a una nueva data de muerte, a los episodios violentos narrados por los testigos y a lesiones que presentaba el acusado, que podrían haber sido producidas por la víctima en su defensa.

Durante muchos años, la investigación sostuvo que Marianela había sido asesinada durante la mañana del 27, cuando regresó de un boliche, pero una junta médica estableció un nuevo horario del crimen: el lapso entre las 19.10 de ese domingo y las 7.10 del 28 de junio de 2010.

Si bien el acusado mantuvo su coartada para la madrugada y la mañana del 27, los camaristas sostuvieron en su fallo que “se desconoce de manera certera qué hizo y dónde estaba Amador en la franja horaria del día en el que aconteció el evento”.

Como posible móvil, la Sala VI indicó que el propio Amador “reconoció que, antes de romper su relación amorosa, tenían discusiones fuertes, sobre todo en el último mes”, y que en su último encuentro con la víctima -tres días antes del crimen-, Marianela “le contó que salía con otra persona”.