Con la selección del jurado, comenzó el juicio a dos acusados por el crimen de un abogado

El juez Claudio Bernard, perteneciente al TOC número 2 de La Plata, dio inicio ayer al juicio por jurados que resolverá si Marina Irala, de 46 años y quien sería su amante, y Cristian Olguín fueron los coautores del homicidio de Miguel Ángel Gómez (66), ocurrido en noviembre del 2015.

Tal como lo establece la norma 14.543 que regula la actuación de los “jurados populares”, durante el primer día de audiencia, la fiscal Helena de la Cruz Orsi y la defensa realizaron las recusaciones de las personas preseleccionadas y el magistrado resolvió las solicitudes. Luego, se conformó los 12 titulares y seis suplentes.

En el transcurso de la mañana de hoy, las partes harán los alegatos de apertura, donde les hablarán a los ciudadanos comunes electos lo que ocurrirá durante el transcurso con respecto a las pruebas y qué testigos ofrecerán.

La investigación

Según la investigación de la fiscal Virginia Bravo, en la etapa de instrucción quedó legalmente acreditado que pasadas las 22.40 del 15 de noviembre del 2015, al menos dos personas ingresaron a un domicilio de City Bell y atacaron a Gómez. Previamente, Olguín e Irala habrían coordinado el plan, ya que la mujer vivía en la residencia con su esposo.

Para el Ministerio Público Fiscal, a la víctima la agredieron “salvajemente con golpes de puño a la par que, utilizando elementos cortantes, le provocaron heridas predominantemente en la cabeza, cuello y tronco, que lo condujeron a un estado de indefensión y, con un elemento candente, le infirieron quemaduras de diferente consideración”.

Después de golpear con saña a Gómez, le colocaron una cinta adhesiva a la altura de los ojos y le pusieron una bolsa a la cual sujetaron con una corbata perteneciente al abogado, de acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio del caso. Por último, envolvieron al profesional con un acolchado, lo subieron en estado agonizante a un Volkswagen Gol Trend y lo llevaron hasta un descampado de 143 y 511.

De acuerdo con la pesquisa, el cadáver presentaba signos de haberse intentado infructuosamente prenderlo fuego. La muerte se habría producido por traumatismo grave de cráneo y asfixia por aspiración de sangre. El cuerpo estaba dentro del auto de la víctima.

Marina Irala, mujer del hombre asesinado, afronta cargos “homicidio agravado por el vínculo y por su comisión con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos personas”. En tanto, quien fuera sindicado como su amante fue procesado por “homicidio agravado por su comisión con ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas”.