HORROR
Crimen con sello narco: matan a un hombre, lo meten en el baúl de un auto y lo incendian
Ocurrió en El Palihue. El fallecido estaba implicado en la venta de estupefacientes, de acuerdo a una testigo. No hay detenidos ni sospechosos.
Una obra macabra, un hecho espeluznante fue el que vieron durante las primeras horas de la madrugada de ayer los bomberos que acudieron al incendio de un auto sobre la vía pública.
Ocurrió en un sector de Villa Elvira, cuando se dirigían al lugar como cada vez que realizan sus quehaceres diarios. Sin embargo, en esta oportunidad todo fue diferente, ya que, cuando sofocaron las llamas y abrieron el baúl del vehículo, encontraron nada menos que el cuerpo calcinado de un hombre, a quien alguien había matado para después dejarlo allí.
Fue un llamado al 911 alrededor de la 1.30, el que alertó a los bomberos y a la Policía acerca del foco ígneo sobre un Renault Logan abandonado en 600 entre 1 y 115, de El Palihue.
Controlada la situación, y ya con el descubrimiento de los restos -quemados entre un 70 y 80% de su masa corporal-, acudieron a la escena del crimen numerarios de la comisaría Decimosexta, con jurisdicción en la zona. Poco después, se arrimaron también los peritos de la Policía Científica.
“El cadáver no estaba atado, y yacía en decúbito dorsal (boca arriba)”, explicó un vocero, a la vez que añadió que pertenece a un ciudadano de nacionalidad boliviana, que había sido visto por última vez cerca de las 22 del sábado, hasta que desapareció sin dejar rastros.
“La hipótesis más firme que manejamos es un ajuste de cuentas relacionado al narcotráfico”, puntualizó otro portavoz, y para ello se basan en los dichos de una testigo, más allá de las características en sí del suceso. Llegaron hasta esa mujer gracias a la patente del rodado, que indicó que su dueño vive en Berisso. Al dirigirse al domicilio del dueño del coche, ella les explicó que estuvo con él hasta las 22, a la vez que advirtió que la víctima tenía “algunos problemas en la zona”. Problemas que, descubrieron luego los uniformados, estaban vinculados a la venta de estupefacientes en el barrio. Otro punto que ayudó a establecer su identidad fue la vestimenta del fallecido, ya que era la misma que relató su amiga que le vio puesta.
Por disposición de Juan Menucci, titular de la UFI número 5 en turno, los numerarios recorrieron el área circundante al crimen para establecer la presencia de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, en donde pudiera haber quedado rastro de el o los atacantes. También lo hicieron sobre las inmediaciones de 1 y 44, donde al parecer residía en la actualidad el damnificado.