La Plata

Cuatro motochorros atacaron un kiosco de El Mondongo

Corrieron al empleado del comercio y escaparon con el dinero de la caja registradora y otros elementos de valor. Desde el Ministerio de Seguridad dijeron que en el barrio el delito mermó.

Dese a que desde el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires indicaron que el delito en el barrio platense El Mondongo se redujo en un 90%, en las últimas horas se vivió un nuevo y violento robo en un kiosco del lugar. Hasta el cierre de esta edición se mantenía impune, ya que las autoridades policiales no habían podido dar con los implicados, informaron ayer fuentes policiales.

En esta oportunidad, el nuevo atraco ocurrió en uno de los puntos más calientes de la región, en el kiosco ubicado en las calles 121 entre 68 y 69. Allí se acercaron alrededor de las 21.30 del miércoles cuatro motochorros, a bordo de dos rodados.

Sin perder de tiempo, al menos uno de ellos descendió del rodado, encañonó al empleado y le exigió no solo la entrega del dinero que había en la caja registradora, sino también todos los elementos de valor que allí hubiera, como por ejemplo un teléfono celular.

Con el botín asegurado, procedieron a darse a la fuga, pero entonces, y de acuerdo a los testigos del suceso, la víctima logró escapar y salir a las corridas. “Los ladrones salieron a buscarlo, corriendo detrás de él”, declararon. Por suerte la situación no pasó a mayores y el damnificado se encuentra en buen estado de salud.

Ahora los investigadores analizan las cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, para intentar dar con los responsables. Sin embargo, todavía nada se sabe de ellos.

Enojo vecinal

Esto ocurrió justo cuando el Ministerio de Seguridad bonaerense informó que el delito en el barrio cayó de manera notable, y poco después de que las autoridades policiales señalaran, a su vez, que El Mondongo es seguro, ya que no reciben las denuncias suficientes para encender las alarmas.

Quienes salieron con los tapones de punta ante esas “falsas estadísticas”, como ellos mismos las calificaron, fueron los vecinos. “Es mentira que no hacemos las denuncias: yo la hice. Me desvalijaron la casa y me la destrozaron, se llevaron todo, y hasta estuvo la Policía Científica intentando recolectar huellas, pero no pasó nada”, se lamentó una médica que sufrió un escruche en su domicilio.

Otros dijeron que también fueron a la comisaría Novena, con jurisdicción en la zona, pero muchas veces terminan por irse. “Nos hacen esperar dos horas como mínimo para atendernos. Desalientan a que hagamos la exposición. No podemos estar toda la tarde en la dependencia porque tenemos trabajo que atender”, se quejaron.

A su vez, unas semanas atrás, un par de frentistas no dudaron en aseverar lo siguiente: “Con estas mentiras de que el barrio es seguro, la Policía no hace más que tomarnos el pelo. Todos sabemos cómo se vive acá, con asaltos a casas, comercios y arrebatos callejeros en cada esquina”.