En un accidente
Desgarradora carta de despedida de la novia del rugbier fallecido
Lara publicó un emotivo mensaje en su red social de Instagram. El joven rugbier falleció tras chocar con su auto en Plaza Paso
“Reencontrarnos no fue casualidad… aparecimos para sanarnos. Y fue tan fuerte y real, que es difícil de explicar. Hoy te fuiste, y con vos se va una parte de mí”, escribió en una carta de despedida Lara, la novia de Tomás Sánchez Merlo, el rugbier del club San Luis que falleció la madrugada del domingo tras un accidente de tránsito en Plaza Paso.
En la misiva, publicada en la cuenta de Instagram de la mujer, la misma agregó: “Fuimos uno, nos entendíamos sin decir una palabra, supiste destrabarme y con paciencia y dulzura lograste que me entregue al amor. Un amor que fue más allá, el verdadero amor, el que solo pretende hacer bien, sin importar títulos, distancias, miedos ni diferencias”.
A la vez, recordó cuando se vieron por primera vez: “Nos conocimos hace seis años, una noche de fiesta en Brasil, y ese día ya nos quisimos. Algo pasó ese día, charlando en la arena, mirando el mar, con una complicidad y una química que parecía de toda la vida… y al otro día terminó tu viaje. Nunca perdimos el contacto, pero no nos vimos más. Este enero, un encuentro casual en la montaña nos volvió a unir. Nuestras energías se buscaban… y se encontraron. Recordamos nuestra primera noche, te acordabas hasta lo que tenía puesto, y no hubo mucho más que decir. Por algo nos reencontramos. La vida da vueltas, y hoy me toca decirte hasta luego otra vez”.
Y siguió: “Hace poco me dijiste que siempre me esperaste, y sé que sos paciente y ahora te toca esperarme un poquito más. Voy a esperar ese abrazo de re-reencuentro donde sea que sea. Gracias mi gordo, por aparecerte, por hacerme tan feliz, por adoptar a Tanguito conmigo, por tus enseñanzas, tu paciencia, tu sonrisas, tus mimos diarios y por compartir conmigo tu felicidad”.
Por último, escribió que “anoche a las 3.30 me dijiste: ‘no me extrañes mucho…’ porque me acosté y te dije que no me podía dormir. Y no te lo prometo, no creo que sea fácil no extrañarte. Pero prometo honrarte y amarte para siempre. Feliz vida, mi vida. Estarás presente en mí en cada paso que dé, en el mar, en la montaña, en el sol y en mi corazón. Así como lo estarás para todos nosotros, tu familia y tus amigos. Te amo negrito. Te amamos. Volá alto”.