Inseguridad
Desvalijaron otra casa en City Bell
Debido a los imparables robos y a la ola delictiva en ascenso, varios vecinos de la localidad empiezan a ver con buenos ojos la posibilidad de irse del país
Un vecino de City Bell sufrió en carne propia la despiadada inseguridad que azota a la localidad del norte platense. No dudó en aseverar que, debido a los constantes robos que hay en la zona, no ve con malos ojos la posibilidad de abandonar el país, opinión que otros frentistas también avalaron.
En esta oportunidad, sujetos desconocidos ganaron el interior de una vivienda del barrio El Rincón, en momentos en que en su interior no se encontraba nadie. En cuestión de minutos saquearon la propiedad, alzándose con diferentes elementos de valor.
Los delincuentes atacaron a plena luz del día, minutos antes del mediodía del sábado. “Entraron y revolvieron todo”, explicó el damnificado, añadiendo que entre otras cosas se llevaron “una bicicleta y algunas herramientas de taller”. Se lamentó del suceso indicando que es innecesario “tanto patrullero” y luego sentenció: “Cada día más ganas de irme a la mierda”.
Consumado el atraco, los hampones se dieron a la fuga y no fueron encontrados hasta el momento por los agentes policiales, que ni siquiera tienen un dato para dar con ellos.
“El que puede y tiene chances se tiene que ir”, recomendó un residente del área. Una mujer indicó que a ella también le entraron a robar: “Sin palabras, pasé por lo mismo y nadie hizo nada”. Un tercero expuso: “Qué triste lo que vivimos, qué triste, no tiene solución. Estamos totalmente desamparados y la Policía es cómplice. En el medio, todos nosotros sin poder hacer nada. Da mucha impotencia”.
Más casos
Lejos de representar casos aislados, se trata de una continuidad de hechos delictivos debido a los que los vecinos llaman, y desde hace un tiempo, “zona liberada”. Se conocieron otros en diferentes viviendas de la zona. Uno sucedió en 23 y 478; otro a 100 metros de allí (23 y 477), cuando le quitaron todo a una mujer de 62 años, que se ausentó durante 40 minutos para hacer las compras y un último en 477 entre 23 y 24.
En todos hay un mismo patrón: la impunidad, ya que ninguno de los responsables fue puesto tras las rejas y los numerarios de la comisaría Décima, con jurisdicción en la zona y bajo constantes cambios de titulares, dicen no saber nada de los autores.