DOBLE HOMICIDIO

Doble crimen de Vicente López: la inconsistente coartada del presunto parricida

El acusado se declaró inocente y volvió a inculpar a la empleada de la casa, que ya fue liberada.

Martín Santiago Del Río, el presunto parricida de Vicente López, no se reconoció como el sospechoso grabado en los videos de la causa y declaró que durante el período de tiempo en el que asesinaban a sus padres, estuvo dentro de su camioneta estacionada en el barrio porteño de Núñez contestando mensajes, informaron hoy fuentes judiciales.

En tanto, en un allanamiento se secuestraron nuevas pruebas que lo comprometen, como una pistola 9 milímetros, la credencial de otra arma desaparecida y el buzo similar al que vestía el sospechoso que quedó filmado yendo y volviendo de la escena del crimen.

Voceros judiciales informaron a Télam que la extensa indagatoria al imputado por el doble asesinato de sus padres José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72) el pasado 24 de agosto, se extendió durante ocho horas entre las 17 de ayer y la 1 de esta madrugada.

La diligencia estuvo a cargo de los fiscales Martín Gómez, Alejandro Musso y Marcela Semería, en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, donde previamente Del Río hijo (47) había tenido una entrevista de dos horas con su defensora oficial, Liliana Cucurullo.

Según las fuentes, Del Río se declaró inocente, intentó justificar "con una serie de contradicciones e inconsistencias" lo que hizo durante todo el día en el que fueron asesinados sus padres, volvió a insistir con sus sospechas en torno a la empleada de sus padres, María Ninfa "Nina" Aquino, quien estuvo casi 13 días presa como presunta "entregadora" pero ya fue liberada. 

La declaración se centró en qué hizo Del Río mientras ocurría el doble crimen, ya que los investigadores tienen grabado en decenas de cámaras de seguridad al "caminante" encapuchado y con barbijo que sale a las 16.52 de avenida Del Libertador y la cortada Pablo Ricchieri (a metros de Campos Salles) de Núñez, llega 17.33 a la casa del crimen en la calle Melo al 1.100 de Vicente López, y una hora más tarde se lo capta haciendo el camino inverso hasta llegar a las 19.20 al punto de partida en Núñez.

Sobre eso, el imputado "no pudo justificar su coartada porque dijo haber estado todo ese tiempo dentro de su vehículo, contestando mensajes y mails", confió una fuente judicial.

De todas formas, la fuente aclaró que por el análisis de las comunicaciones de su celular, ya saben que es falso porque en ese lapso el teléfono solo reportó mensajería y llamados entrantes, pero nunca ninguna actividad saliente.

La sospecha es que Del Río dejó a propósito su celular "vivo" (encendido) dentro de su camioneta Mercedes Benz ML350 estacionada en Núñez, mientras iba y volvía de la casa de sus padres, para tener coartada y no ser geolocalizado.

Según las fuentes, la declaración también mostró incongruencias en el punto a la mudanza de sus padres y al lugar donde se iba a hacer.

En la imputación que le leyeron al ser indagado, los fiscales dejaron plasmado que Del Río ideó "un plan" y que el móvil del crimen justamente fue la frustrada operación inmobiliaria de la compra de un departamento en el edificio de lujo Chateau Libertador de Núñez con la que aparentemente estafó a sus propios padres porque nunca pudo terminar de concretarla.

Del Río quedó imputado por "doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego", delito que prevé como única pena la prisión perpetua.

Para el equipo de fiscales, el menor de los hijos de Del Río fue quien el 24 de agosto por la tarde ejecutó a sus padres en la casona de la calle Melo de Vicente López con una pistola calibre 9 milímetros desde el asiento trasero del auto donde fueron hallados asesinados, dentro de la cochera de la propiedad, en un parricidio con móvil económico.