JUJUY
Dos jóvenes desaparecieron con un día de diferencia y una de ellas hoy fue encontrada muerta
Iara Rueda, de 16 años, había sido vista por última vez el 23 de septiembre. Este lunes encontraron su cuerpo enterrado en un descampado de Palpalá. Ahora falta localizar a Gabriela, de 24 años
La familia de Iara Rueda, sus amigos y su comunidad cortaron este lunes la ruta nacional 66 a la altura de Palpalá, Jujuy, para reclamar justicia por el crimen de la adolescente de 16 años, que fue vista por última vez el 23 de septiembre pasado y cuyo cuerpo apareció enterrado en un descampado de la zona hace algunas horas. Todavía no se descartó la hipótesis de un femicidio.
Iara vivía en el barrio San José, que queda entre Palpalá y San Salvador de Jujuy. Había sido vista por última vez el miércoles pasado, cuando iba en bicicleta a una parada de colectivo, pero este lunes su familia afirmó que su cuerpo apareció enterrado en un predio cerca del barrio 2 de Abril, a ocho cuadras de su casa.
Todavía no se esclarecieron las circunstancias de su muerte, y no se descartó la hipótesis de un femicidio, pero la fiscalía a cargo de Diego Cussel no informó la identidad de la persona hallada ni datos concretos sobre qué ocurrió.
Cussel, que es el titluar de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Graves Contra las Personas y Femicidios, dispuso "recolectar toda la evidencia disponible en el lugar del hallazgo del cuerpo" que estaba "semienterrado".
Por orden del fiscal el cuerpo de Iara fue trasladado a la morgue judicial, donde este martes se le hará una autopsia. "En los próximos días se ordenarán más pruebas y medidas orientadas a identificar al autor o autores del hecho", indicó un comunicado de la fiscalía interviniente citado por Télam.
Referentes de organizaciones sociales y feministas afirmaron que su búsqueda por parte de la policía local sólo se activó una vez que la familia y amistades de la joven empezaron a marchar para pedir su aparición con vida.
En paralelo con el caso de Iara, la policía de Jujuy comenzó la búsqueda de Gabriela Abigail Cruz, de 24 años, una residente de Palpalá que fue vista por última vez el 24 de septiembre, un día después de que desapareciera la adolescente.
Gabriela mide 1.50 metros, es delgada, tiene la tez blanca y lleva dos tatuajes: una rosa en el pecho y otro dibujo en el brazo izquierdo. Cuando salió de su casa vestía un vestido negro, campera azul, pantalón deportivo negro y zapatillas grises marca New Balance.
Su familia pide que cualquiera que pueda aportar información lo haga al 911, 4264008 o 3886860239.
"En los casos de estas chicas desaparecidas, en esas zonas (de residencia) es donde se dificulta el acceso a la justicia, y cuando las mujeres desaparecen no hay ningún tipo de acción por parte del Estado", explicó a minutouno.com Erica Daniel Cari, de la Red de Comunicadoras feministas y de la Multisectorial de Jujuy.
Rocío Rueda, hermana de Iara, afirmó a Télam que fueron "los familiares y vecinos" quienes realizaron rastrillajes por la zona "porque la policía no actuaba".
"Fue todo un desastre, tanto en los operativos de búsqueda que se iniciaron recién hoy por la zona, como las horas de angustia que debimos padecer para saber si el cuerpo encontrado pertenecía a mi hermana", afirmó Rocío, cuya familia pasó más de cinco horas hasta que obtuvo la confirmación de que el DNI de Iara estaba junto a sus restos.
"La desaparición de estas chicas y su no búsqueda tiene que ver con una operación sistemática por parte del Estado y la Justicia en Jujuy", sentenció Cari, a quien alguna vez le tocó acompañar a una menor de edad víctima de abuso sexual a hacer la denuncia correspondiente, que luego no prosperó por el destrato y la burocracia que recibió la familia denunciante.
En aquel caso, recuerda Cari, la víctima era una de las tantas niñas que acusaron a un pastor evangélico de 60 años de haberlas sometido a un abuso sexual. La denuncia formal no fue suficiente para lograr una orden de restricción que mantuviera al hombre alejado de la víctima.
"De fondo, la relación que existe entre estos casos es la desidia o inacción por parte del Estado a la hora en que las mujeres en estos barrios -que son barrios muy pobres, muy empobrecidos, muy vulnerados- se acercan a pedir o a hacer alguna denuncia", expresó la militante.
El sentimiento de Cari es compartido por integrantes de otras agrupaciones que acompañan este lunes a la familia Rueda en la búsqueda de justicia por Iara, y que esperan volver a ver a Gabriela.