FEMICIDA
Femicidio en Berisso: procesaron al acusado, que quedó ciego tras intentar suicidarse
Nicolás Ángel Castro fue procesado por el femicidio de Yésica Duarte en Berisso. Se negó a declarar ante la fiscal tras recuperarse parcialmente del disparo con el que intentó quitarse la vida. Perdió la visión y permanece internado bajo custodia.
El femicidio de Yésica Noelia Duarte en Berisso sumó un nuevo y decisivo capítulo este jueves: el acusado, Nicolás Ángel Castro (30), alias "Garrincha", fue formalmente procesado por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. La fiscal Cecilia Corfield se trasladó al Hospital Larraín, donde el acusado se encuentra internado bajo custodia policial, para tomarle declaración indagatoria. Sin embargo, Castro optó por no declarar.
El femicida, que intentó quitarse la vida tras asesinar a Duarte de un disparo en la cabeza, sobrevivió al intento de suicidio pero quedó completamente ciego. Su evolución médica fue calificada por fuentes judiciales como "asombrosa", aunque sigue en estado delicado y no puede ser trasladado por el momento a una unidad penitenciaria.
El crimen ocurrió el último fin de semana en una casa de la calle 39, entre 129 y 130, en Berisso, donde vivían juntos, ambos bajo prisión domiciliaria. Castro purgaba una condena por tenencia ilegal de armas y Duarte enfrentaba un proceso por venta de estupefacientes. Ambos portaban tobilleras electrónicas. Según la investigación, Castro ejecutó a su pareja en el patio delantero de la vivienda, frente al hijo de 7 años de la mujer, y luego intentó suicidarse.
La fiscal Corfield avanza ahora en la solicitud de prisión preventiva, que dependerá del juez de Garantías N° 6. La medida podría concretarse en cuanto el imputado esté en condiciones de salud para ser trasladado a una unidad del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Castro tiene un largo historial de violencia: fue acusado por un homicidio en 2013 —por el crimen de Pablo Alegre en La Plata— y por tentativa de homicidio en 2018, causas que nunca llegaron a sentencia. Recién en 2026 iba a ser juzgado por el primer caso, pese a haber sido señalado por testigos protegidos.
El caso expuso fallas estructurales graves en el sistema judicial: dos personas con arresto domiciliario, tobilleras activas y antecedentes compartían la misma casa por disposición judicial. Para investigadores del caso, el desenlace era "previsible" y pone en evidencia la falta de mecanismos eficaces para prevenir femicidios en contextos de alta peligrosidad.
Con el imputado procesado y bajo custodia, la investigación entra ahora en una fase clave: consolidar pruebas, evaluar su capacidad de afrontar juicio y definir la estrategia procesal de cara a una eventual condena.