Inseguridad

Identificaron a los tres presuntos asesinos del jugador de Berazategui

Los tres sospechosos, apodados “Pocha”, “Gonzi” y “El Paraguayito”, no fueron ubicados en sus domicilios durante una serie de allanamientos en Ia localidad de Isidro Casanova.

Los investigadores del crimen del futbolista del club Berazategui, Federico Potarski, asesinado de un balazo en la cabeza en el partido bonaerense de La Matanza el jueves último, identificaron a los tres presuntos autores del crimen, a quienes se les allanaron sus casas pero no pudieron ser encontrados, mientras que la pesquisa apunta a que se trató de un homicidio en ocasión de robo.

Los tres sospechosos, apodados “Pocha”, “Gonzi” y “El Paraguayito” -sus identidades se preservan para no interferir los futuros allanamientos-, fueron señalados por los investigadores como los responsables del crimen de Federico Potarski (29), el marcador central de la Asociación Deportiva Berazategui, club que milita en la Primera C del fútbol argentino.

Ante esta situación, el fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios Dolosos de La Matanza, Federico Medone, ordenó 4 allanamientos en distintos domicilios de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, los cuales arrojaron un resultado negativo.

Por otro lado, fuentes judiciales aseguraron que el móvil principal de la investigación es la de un homicidio en ocasión de robo, donde los delincuentes lo sorprendieron e intentaron robarle el vehículo cuando circulaba por una calle cercana al asentamiento San Petersburgo, una de las zonas más violentas del partido de La Matanza.

Si bien una hipótesis apuntaba a que Potarski se encontraba trabajando como chofer para una aplicación de viajes en una calle cercana al asentamiento San Petersburgo, esa línea investigativa perdió fuerzas en las últimas horas, ya que las tres principales empresas que se dedican al rubro (Uber, Didi y Cabify) negaron que el auto en el que se hallaba el futbolista estuviera registrado para el transporte de pasajeros.

Además, a los investigadores tampoco les parecía lógico que un chofer de alguna de las aplicaciones ingresara a ese sector de la villa a buscar a un pasajero.