inseguridad

Indignante sucesión de robos a metros de la Gobernación

En los últimos días se produjeron diversos asaltos a mano armada contra comercios de la zona. Enojo por el desempeño policial. Una de las víctimas es una mujer embarazada de nueve meses.

Los robos en la ciudad de La Plata siguen su rumbo cotidiano y diario, sin que las fuerzas de seguridad puedan hacer algo al respecto. De esta manera, se producen docenas de ilícitos por día, con un denominador común: la impunidad, ya que raras veces se logra dar con los implicados. En las últimas horas se registraron dos nuevos atracos en pleno centro, nada menos que a escasos metros del Palacio de la Gobernación (una cuadra) y del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires (dos).

Fuentes oficiales le contaron a este multimedio que uno de los sucesos tuvo lugar la tarde del jueves, más precisamente a las 18, y parte de las víctimas fue una mujer embarazada de nueve meses y un grupo de niños.

Todo tuvo lugar en un comercio de las calles 51 y 4, cuando al parecer un solitario hampón se acercó hasta un comercio, entró y no tardó en sacar un arma de fuego. Así, encañonó a los presentes y terminó por alzarse no solo con el dinero en efectivo que allí había, sino también con otros elementos de valor.

Desde un local vecino le hicieron señas a otro de enfrente de lo que estaba ocurriendo, por lo que las dueñas de este último negocio –una de ellas a punto de dar a luz– llamaron al 911. Sin embargo, la Policía nunca arribó.

Ante esta inoportuna tardanza, tanto la mujer embarazada como su socia se encerraron, a la espera de una ayuda externa que se hacía eterna. Junto a ellas, además, estaban las hijas, todas menores de edad.

Otro caso

Cerca de 20 minutos después, cuando creyeron que el ladrón se había ido, decidieron salir, pero tuvieron la mala fortuna de cruzarse con el malviviente. Desesperadas, corrieron y por suerte otro comerciante les abrió las puertas y las dejó pasar. Segundos después, el autor del suceso se dio a la fuga, y hasta el ­cierre de esta edición permanecía prófugo.

Una cámara de seguridad registró parte del hecho y las damnificadas relataron que el mismo individuo había robado poco antes en un kiosco.

En tanto, un delincuente hizo de las suyas en el Kevingston de 5 y 50, con el mismo modus operandi: una vez adentro, extrajo una pistola, amedrentó a los presentes y los despojó de sus bienes, además de la recaudación.

Los empleados del local se mostraron indignados, ya que tampoco en este caso los agentes pudieron dar con él.